Rosario Flores ha tenido un año intenso en lo que se refiere a compromisos profesionales. Sin embargo, ha encontrado un hueco para disfrutar de unos días de calma y desconexión este verano junto a su marido, Pedro Lazaga, con el que lleva ya 17 años de feliz matrimonio. El lugar elegido para descansar ha sido una de las playas de Cádiz, que sigue siendo el destino favorito de muchos rostros conocidos de nuestro país.

La cantante aprovecha sus vacaciones para dar románticos paseos junto a su marido. Rosario Flores no puede estar más enamorada y no duda en dar rienda suelta a la pasión, ajena al resto de personas que estaban en la misma playa que ella. Después del paseo por la orilla del mar, la pareja se dedica bonitas miradas y también se da algún que otro beso bajo la sombrilla.

La coach de 'La Voz Kids', muy sonriente junto a su marido en la playa

Rosario Flores, en la playa con su marido
Rosario Flores presume de cuerpazo en bikini junto a su marido en la playa. Foto: Gtres.

A sus 59 años, Rosario Flores presume de cuerpazo en bikini. La cantante presume un año más en verano de figura con un bikini bicolor. La parte de arriba en naranja y la braguita roja, unos colores que le favorecen mucho a la cantante por su bronceado. La vemos en la orilla del mar con su pelo suelto, que es la forma característica con la que la vemos siempre en televisión.El matrimonio ha estado acompañado de un grupo de amigos, pero no de sus hijos. Lola, que trabaja en el cine, podría estar centrada en el trabajo, y su hijo Pedro, está a punto de cumplir los 18 años. Los jóvenes podrían estar disfrutando de un verano lejos de sus padres, pero no tenemos dudas de que encontrarán el momento perfecto para reunirse con ellos.

La pareja se dio un tierno beso mientras veía el atardecer

Rosario Flores, en la playa con su marido
Rosario Flores presume de cuerpazo en bikini junto a su marido en la playa. Foto: Gtres.

Estos días de playa están siendo perfectos para recargar pilas antes de volver al trabajo. La pareja se dio un baño juntos, pero luego la cantante se trasladó a la arena para disfrutar del atardecer bajo la sombrilla. Hubo tiempo para estar sola, pero también con su perrito. Además, compartió confidencias con sus amigos y alguna carcajada. Unas conversaciones de lo más animadas que terminaron con un tierno beso a su marido.