Rocío Carrasco no puede evitar emocionarse cuando le ponen imágenes de su boda con Fidel Albiac, que tuvo lugar el 7 de septiembre de 2016. Estuvieron rodeados de una parte de su familia y de todos sus amigos. La hija de 'la más grande no ha podido evitar las lágrimas al recordar ese día. "Qué guapo", dice mientras ve algunas fotos de su pareja mientras se prepara para el 'sí, quiero'.
"Yo me he casado para toda la vida. Gracias a Dios sí. Esta es la única, la otra nunca existió. Creo en el amor, yo lo tengo, yo creo en él porque lo tengo. A manos llenas. Yo sé lo que es el amor, gracias a Dios, lo sé. Fui tan feliz ese día, se nos nota en la cara... Fuimos y somos muy felices, pero ese día fue muy feliz", ha empezado diciendo sobre el amor que siente por Fidel.Ha recordado en este momento a su madre, Rocío Jurado, que deseaba que pasaran por el altar: "Para mí fue un día maravilloso, uno de los días más maravillosos, por él, por mí y porque sé lo que suponía para mi madre. Mi madre hubiese sido muy feliz si hubiera visto esa foto. Estaba cumpliendo una de sus última voluntades", dice entre lágrimas.
"Fue una ceremonia muy emotiva, mi tío fue mi padrino, que se parece mucho a mi padre. Recuerdo que fue a buscarme a las escaleras para salir al jardín para hacer el recorrido de la ceremonia. Cuando él me da la mano, empecé a llorar, porque ese tacto de la mano era como si tuviera la mano de mi padre", recuerda.Fue un día increíble del que recuerda cada minuto: "Empecé a llorar, me besó y me dijo que me estuviera tranquila. Me dijo que hoy era un día para llorar de alegría, no de pena. Hicimos el recorrido, me acuerdo que me paré con mi tío, había un piano donde estaba Miguel Poveda. Todo el mundo empezó a llorar. El camino hasta que llego donde está Fidel, yo iba flotando, era estar en un sueño del que no quería que me despertara nadie. Estaba muy nervioso, nos mirábamos...".