La peluquera más famosa del país, Raquel Mosquera, se ha casado por el rito africano con su novio Isi. Esta es la tercera vez que Raquel organiza un evento nupcial: en 1996 se casó por la Iglesia con Pedro Carrasco y en 2005 organizaba un desposo civil con Tony Anikpe. De las tres, sin duda, la primera fue la más tremenda.

Todo el pueblo brindó en la plaza

En Alosno, el onubense pueblo natal del querido boxeador, aún recuerdan el evento con el que cerraron el verano. Desfile de famosos, prensa por doquier y sus 2.500 habitantes brindando por la felicidad de los novios en la plaza del pueblo. ¡Como para olvidarlo!

Pedro y Raquel, tenían entonces 53 y 27 años, respectivamente, y se juraron amor eterno el 31de agosto en la iglesia de Nuestra Señora de Gracia en una ceremonia flamenca. Como madrina del novio, una Rocío Carrasco (entonces Rociíto) embarazada de casi ocho meses, teñida de rubio y con un inenarrable vestido en tonos aguamarina.

Un diseño nupcial firmado por Antonio Ardón, entonces modista de cámara de Rociíto

Raquel, siempre amiga del exceso, acudió al altar acompañada de su hermano Miguel como padrino. Lo hizo con un diseño nupcial en color marfil creado por el mismo modisto que tan solo unos meses había firmado el vestido de novio de su nuera: el modista gaditano Antonio Ardón. Como ha ocurrido en su boda de este año, Mosquera no escatimó en complementos: velo, ramo de flores blancas en cascada y detalles en pasamanería.

Para aquella jornada Raquel lució un peinado recogido que adornó con una diadema de oro, brillantes y perlas. Pedro Carrasco, por su parte, optó por un atuendo más tradicional y vistió con el tradicional chaqué.

Entre los 400 invitados la hemeroteca arroja el registra de la modelo y ex Miss España Raquel Mosquera, Antonio David Flores como yerno ‘premium’ y compañeros de la época de gloria deportiva del contrayente. La primera mujer de Carrasco, Rocío Jurado, no asistió al enlace por encontrarse de gira. Tampoco lo hizo en su representación Ortega Cano.

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La pareja, enamorada

Una tarta nupcial con motivos inspirados en el boxeo y la peluquería

El banquete se celebró en el paseo central de Alosno, habilitado para tal efecto con una inmensa carpa blanca. La cena consistió en un aperitivo de gambas y jamón, seguido por un marinado de lubina, rape, bonito y salmón, y una juliana de verduras. De segundo hubo cordero relleno de jamón y foie, acompañado de salsa de miel. Para terminar, tarta de moka, licor de melón, sorbete y el imprescindible brindis con champán.

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La tarta nupcial tenía detalles inenarrables

La tarta nupcial de Pedro y Raquel homenajeaba la trayectoria profesional de los contrayentes: una parte tenía una con forma de ring, en honor del boxeador, y otra con los detalles de una peluquería, en referencia a la profesión de Raquel.

Atendieron a la prensa de manera gratuita

Muy generosos, los novios atendieron a la marea de periodistas que cubrieron el evento: En una breve comparecencia ya convertidos en marido y mujer, Pedro y Raquel agradecieron a los habitantes del pueblo su "cariñosa y encantadora acogida".

Luna de Miel en Venecia

Tras el enlace la pareja se marchó de luna de miel a Venecia. En la ciudad de las góndolas también posaron ante los medios de comunicación y ofrecieron declaraciones llenas de cariño: “Soy la mujer más feliz del mundo. No creo que haya otra tan enamorada de su marido como yo”, dijo Raquel. La pareja comentó en varias ocasiones su intención de ser padres, pero el hijo nunca llegó.

Hasta que la muerte los separó

La pareja, que se había conocido en 1993, se mantuvo feliz y unida durante cinco años más. Desgraciadamente, el sábado 27 de enero de 2001, Carrasco sufrió un infarto cuando se disponía para ir a recoger a Raquel a la peluquería. Al ver que no respondía a ninguna de sus llamadas telefónicas, su mujer acudió a casa, totalmente asustada y halló en la cama del dormitorio el cuerpo sin vida del ex campeón del mundo que tenía entonces 57 años. Fue enterrado en el cementerio de Carabanchel.

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Raquel ante la tumba de su primer marido

Su muerte inesperada y a una edad temprana llevó a que alguno de sus más allegados cayera en un pozo oscuro y sin fondo: Raquel padeció problemas psiquiátricos y su hija, con la que no se hablaba, nunca se repuso del golpe.

Su boda con Tony Anikpe

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Raquel junto a su segundo marido, el nigeriano Tony Anikpe

La segunda boda de Raquel Mosquera fue con Toni Anikpe. El enlace con el nigeriano tuvo lugar el pasado 19 de febrero de 2005 en una finca situada en el término municipal de San Lorenzo del Escorial. En aquella ocasión Raquel lució un vestido en seda y raso en color blanco roto de corte Imperio. El cuerpo era de encaje bordado imitando plumas, mientras que la chaqueta, corta, tenía una especie de cola rematada con plumas y perlas. En junio de 2007 la pareja anunciaba su separación.