Raquel del Rosario probó el yoga obligada y ahora entiende que le ha salvado la vida, tanto por sus graves problemas de salud, como a nivel espiritual. Esta es su historia
Raquel del Rosario ha querido sincerarse con sus seguidores de las redes sociales, desvelando un suceso que había guardado a modo de secreto durante décadas. Se trata de un suceso íntimo acontecido cuando era adolescente, con tan solo 16 años, del que nunca había hablado en público y eso que le ha marcado su vida hasta el punto de considerarlo algo importante, que ahora sí desea poner sobre el tapete para así poder ayudar a otras personas. “Cuando tenía 16 años me detectaron una doble escoliosis y como única solución me sugirieron una operación en la que fijar toda la columna con piezas metálicas. Me dieron una fecha de cirugía rápido, ya que el doctor lo consideraba algo urgente”, comienza a relatar la cantante, para después destacar cómo al final no tuvo que ser intervenido de una operación tan agresiva al contar con una segunda valoración médica sobre su caso.
“Mis padres decidieron buscar una segunda opinión y viajamos a Madrid. Allí, un grupo de doctores que recuerdo con mucho cariño, me dijeron que estaba en el límite y que, de no ir a más las curvaturas, no sería necesaria esa operación”. Finalmente, Raquel del Rosario ha podido disfrutar de una vida plena y cumplir sueños que ya estos médicos le adelantaron que podría realizar: “Tranquila, podrás llevar una vida normal, podrás quedarte embarazada y ser mamá. En aquel momento aquello me daba bastante igual y no sabía muy bien por qué me lo decían. Hoy entiendo la importancia de la salud espinal, nuestro centro y soporte”, quiere subrayar la cantante contando su propio calvario personal y destacando que el yoga le ha salvado la vida, tanto a nivel físico como en el terreno más espiritual.
Gracias a la práctica del yoga ha aprendido la importancia de la salud postural y de cómo poner el interés en mejorarla puede suponer una fuente de felicidad para muchos desconocida y es que en la mera práctica ha encontrado estabilidad personal, además de resultados físicos. A ella le costó mucho iniciarse en este tipo de ejercicio y ha querido narrar cómo fue su primera toma de contacto con el yoga hace diez años: “En un momento extraño y de transición en mi vida, un conocido me llevó por sorpresa a una clase de yoga. Nunca antes había practicado en mi vida. Cuando llegué al estudio, inventé varias excusas para no entrar, pero al final logró convencerme”, comienza a relatar cómo conoció esta práctica que finalmente se ha convertido en una de sus grandes pasiones, sustento de su felicidad y equilibro mental y emocional.“Durante la clase sólo deseaba que acabase aquella ‘tortura’ para salir de allí lo antes posible. Pero una vez fuera, la sensación física fue tan increíble, que esa misma semana busqué un estudio cerca de casa y me inscribí. Desde entonces he seguido practicando, también durante los embarazos y en las recuperaciones posparto, con temporadas de menos constancia y otras de práctica diaria como estos últimos años”, destaca Raquel del Rosario, que quiere que todos sigan su ejemplo, consciente de que en un primer momento hay reticencia y pereza, como a ella misma le sucedió, antes de enamorarse del yoga.