Raquel del Rosario es desde hace unos días protagonista de la actualidad por haber contado a través de sus redes sociales el ataque de un puma a su hijo. Ahora, tras recibir numerosos mensajes de apoyo pero también de dudas sobre algunos datos que dio sobre el ataque, la que fuera cantante de 'El sueño de Morfeo' ha tenido que aclarar algunos detalles sobre cómo ocurrió este desagradable suceso.
Muchos seguidores de Raquel del Rosario no entienden que ese tipo de fauna esté cerca de casas habitadas. Ella misma ahora ha querido explicar por qué es normal que los pumas accedan a ese tipo de lugares: "Hago unas últimas aclaraciones con respecto a los dos últimos post: Los pumas son parte de la fauna salvaje de California. Es muy poco común que se adentren en zonas residenciales y también que ataquen. En el condado de Los Ángeles no había habido un ataque a humanos desde los años 90. Tengo vecinos que llevan toda su vida viviendo en la montaña y nunca han visto uno ni en la distancia", aclara.Sobre el puma que ha atacado a su hijo explica: "El puma que atacó a Mael tenía un año y comenzaba a independizarse de su madre. Pesaba 30 kg. Su hermano fue sedado, se le colocó un collar GPS y se le liberó en una zona cercana. Su madre ya lo llevaba", desvela sobre las decisiones que se tomaron en cuanto a los pumas.
Raquel del Rosario hace unas aclaraciones sobre el ataque a su hijo
Sobre la intervención que le tuvieron que hacer a su hijo tras el ataque, Raquel ha tenido que desvelar por qué dijo lo de los milímetros, aclarando que su hijo necesitó cirugía plástica: "La intervención de Mael ha sido una cirugía plástica en la zona entre la barbilla y el cuello que quedó desgarrada. Los milímetros de los que hablaba el doctor eran hacia la garganta. Necesitó puntos de sutura en frente y varias zonas de la cabeza. Las heridas en brazos y espalda fueron superficiales afortunadamente", ha explicado.
No echa la culpa a nadie: "Lo que ha de sucedernos, sucederá"
Muchos han pensado que la decisión de vender la casa en la que viven la han tomado a raíz de este desagradable suceso, pero no es así. Ella ha querido aclararlo ahora: "Cuando sucedió el incidente terminábamos de tramitar la venta de la casa. La decisión de mudarnos no ha sido a raíz de lo ocurrido. La tomamos hace meses". Además, deja claro que no piensa que la culpa haya sido de alguien: "Y no, la culpa no es de vivir en California o vivir en el campo. La culpa no la tiene nadie, aunque siempre necesitemos echársela a alguien. Lo que ha de sucedernos, sucederá: cruzando una calle en una gran ciudad o recogiendo fruta en nuestro jardín. Porque la vida se vale de experiencias independientemente del escenario", termina diciendo.