Marta Gayá ha permanecido envuelta en la discreción a lo largo de los años, pese a su estrecha relación con el rey Juan Carlos I. La mallorquina, de 77 años, es uno de los rostros más conocidos alta sociedad balear, hija del empresario hotelero Fernando Gayá, pese a haberse intentado mantener en un segundo plano mediático casi toda su vida. Sin embargo, su vínculo con el monarca emérito la ha convertido en un personaje clave del papel cuché. Ahora, Marta Gayá vive en un apartamento de Suiza y está centrada en sí misma más que nunca. Te contamos todos los detalles.
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La amiga íntima del rey Juan Carlos I nació en 1948 en Palma de Mallorca y creció en el seno de una familia acomodada ya que su padre, Fernando Gayá, fue uno de los empresarios hoteleros más importante de Mallorca, propietario del hotel Jaume I en la capital balear. Siguiendo su interés por la estética y el diseño de interiores, Marta se formó en Decoración e Interiorismo en Barcelona, lo que la llevó a desarrollar una breve carrera como interiorista.
Desde jóven, estuvo vinculada a la alta sociedad mallorquina, acudiendo a las fiestas más exclusivas de la isla acompañada de los rostros más importantes del momento. Su matrimonio con el ingeniero Juan Mena, del que se divorció tras cuatro años sin tener descendencia, marcó una etapa en su vida personal. Sin embargo, su nombre empezó a resonar en el panorama social y en la prensa a finales de los años 80' por su cercanía con el entonces rey de España.
El primer encuentro entre Marta Gayá y Juan Carlos I se produjo en 1987, durante una fiesta en el exclusivo Club de Mar de Palma de Mallorca. El evento fue organizado por el príncipe georgiano Zourab Tchokotua, y en él coincidieron la mallorquina y el monarca. En aquel entonces, Marta trabajaba como relaciones públicas de la discoteca 'Tito’s' y, tras su divorcio, no dudó en disfrutar de la vida social de la isla. Desde ese momento, su vínculo con el rey se estrechó. Aunque nunca se ha confirmado de manera oficial cómo fueron los inicios de su relación, numerosas fuentes han apuntado a que Gayá fue una de las personas más cercanas a Juan Carlos I durante décadas. La prensa del corazón ha seguido de cerca su historia, destacando los viajes y encuentros que compartieron a lo largo de los años. Sin embargo, la mallorquina siempre ha optado por el silencio, evitando cualquier declaración que la expusiera públicamente.
La vida de Marta Gayá se ha caracterizado por la discreción. A diferencia de otros rostros relacionados públicamente con el rey Juan Carlos I, ella ha sabido mantenerse en un segundo plano, sin protagonizar escándalos ni polémicas con la prensa. Esta actitud le ha permitido conservar su privacidad a pesar del interés mediático que ha despertado su relación con el monarca emérito a lo largo de los años.
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En la actualidad, Marta Gayá reside en Ginebra, en Suiza, en un apartamento que, según informaciones publicadas en distintos medios, le fue obsequiado por el rey Juan Carlos en 2007. Esta residencia se ha convertido en su refugio y punto de encuentro con su círculo más cercano. Recientemente, Pilar Eyre ha revelado en el blog que tiene en la revista 'Lecturas' que el emérito pasa cada vez más tiempo con su amiga Marta Gayá en Suiza, donde reside la mallorquina desde el año 2009. Aunque su residencia principal está en Ginebra, Gayá también mantiene vínculos con Mallorca, donde sigue teniendo propiedades y amistades. Sin embargo, sus apariciones en la isla son cada vez más esporádicas y discretas.
Desde la abdicación de Juan Carlos I en 2014 y su posterior traslado a Abu Dabi en 2020, la vida del rey emérito ha cambiado radicalmente. Pese a la distancia física, su relación con Marta Gayá se ha mantenido firme. Según fuentes cercanas, ella ha sido uno de sus principales apoyos en los momentos más difíciles, especialmente tras la exposición de sus escándalos financieros y su salida de España. A lo largo de los años, la figura de Marta ha sido descrita como una confidente del rey, alguien con quien el monarca podía compartir confidencias y encontrar consuelo. Al parecer, esta relación de complicidad ha sido clave para ambos consolidando una amistad que ha resistido el paso del tiempo y las adversidades. Sobre todo, las adversidades públicas.
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A sus 77 años, Marta Gayá sigue manteniendo el mismo perfil reservado que la ha caracterizado durante décadas. Su vida en Suiza transcurre entre reuniones privadas y actividades de ocio lejos del escrutinio público, pese a los intentos de la prensa por revelar detalles sobre su día a día. Las últimas tres veces que Marta Gayá ha sido vista en público, fue durante el funeral de su amiga Cristina Macaya, que formaba parte del círculo del rey emérito en Mallorca, durante la boda de la ahijada de Felipe VI, Martina Jáudenes y en la fiesta de verano que celebran los Völkers todos los años.