Mila Ximénez ha fallecido a los 69 años tras un año de lucha contra el cáncer. Su familia ha acudido al tanatorio para despedirse de ella.
Mila Ximénez ha fallecido este miércoles a las 69 años. Tras un durísimo año de lucha contra el cáncer, la periodista ha muerto rodeada de sus seres más queridos. La pasada semana saltaban las alarmas sobre un empeoramiento y ahora se han confirmado los peores presagios. Destrozados y abatidos después de unos días muy difíciles, Alba Santana y sus tíos, los hermanos de Mila, han llegado al tanatorio donde le darán su último adiós. Lo han hecho unidos, apoyados y demostrando que, pese a todo, siempre permanecerán unidos, aunque les falte una pieza clave desde este momento. Instantes después de conocerse la fatídica noticia, las redes sociales se han llenado de mensajes de famosos y anónimos que también han querido despedirse de ella para siempre.
Hace muy poco recibió el alta hospitalaria, sin embargo, lo hizo muy débil. Abandonó la clínica de La Luz en silla de ruedas y lo hizo de la mano de su hermano Manolo, quien no la ha soltado en todo este difícil proceso. Fue hace poco más de un año cuando se confesó ante la audiencia y explicó el diagnóstico que le habían dado sus médicos, siendo ese día el más duro, sin duda alguna, de su carrera en televisión. "El lunes me dijeron que tengo un tumor, un cáncer de pulmón, ese es el diagnóstico. Tengo un cáncer. Me lo van a tratar, vamos a hacer quimioterapia, radioterapia e inmunoterapia", dijo en 'Sálvame'. Dejó boquiabiertos a sus compañeros, los mismos que este miércoles han llorado su muerte en el especial que han organizado a última hora. "La familia de Mila está destrozada. Su hija y sus hermanos", ha dicho Jorge Javier a primera hora de la tarde.Los restos mortales de Mila Ximénez han sido trasladados al tanatorio de la M30, lugar al que este miércoles se ha desplazado además de su familia, compañeros de profesión. Entre ellos Carmen Borrego, quien ha explicado que su madre, María Teresa Campos, está muy triste tras su pérdida, al igual que otros como Antonio Montero. Su etapa etapa no ha sido fácil, pero siempre ha señalado que su mayor regalo ha sido darse cuenta de lo bien rodeada que estaba. Tenia cientos de manos que no la soltaban, por lo que su enfermedad también le dio una lección de la que habló en los últimos meses. No solo su familia biológica, sino de los amigos que ha tenido en su vida y que la han acompañado cada uno de los días que ha recibido tratamiento. Su enfermedad pudo llevarla con gran entereza y así lo demuestra que se convirtiera en un ejemplo de coraje y lucha para todos.