“A mí me han hecho el daño más grande del mundo... Sacaron las fotos de la lápida de Antonio. ¡Que ni estaba puesta! ¡Hay que ser ruin!", se ha quejado, rota de dolor.
Este lunes en 'Sálvame’, Paz Padilla ha perdido los papeles al recordar una dolorosa situación vivida tras la muerte de su marido, Antonio Juan Vidal, fallecido el 18 de julio de 2020 como consecuencia de un tumor cerebral. En el programa se debatía sobre el trabajo de los paparazzi y las veces que se captan imágenes de un famoso con o sin su consentimiento. Ha sido en ese instante cuando la gaditana ha contado que una vez un fotógrafo le pidió que se quitara la ropa mientras se encontraba en la playa. "¡Me parece horrible!", se quejaba. "¿Tú te crees que me puedes pedir que me quite la ropa? ¿Esto qué es? ¡Es una falta de respeto hacia mí como mujer y mi libertad".
"Sacaron la lápida de mi Antonio... ¡Que ni estaba puesta!"
Visiblemente acalorada, la andaluza terminaba perdiendo la paciencia. Indignada y dolida, enviaba un mensaje a quien publicó la foto de la lápida de su marido. “A mí me han hecho el daño más grande del mundo. Lo voy a hacer público. Sacaron las fotos de la lápida de Antonio. ¡Que ni estaba la lápida puesta! ¡Hay que ser ruin! Porque tú también vas a morir, a ti también te van a enterrar o a incinerar”, afirmaba. Mirando a cámara, parecía dirigirse contra una persona en concreto: “Un respeto, que no lo tuviste. No te lo voy a perdonar nunca y no voy a decir tu nombre para no darte la oportunidad”.
Aunque no quiso revelar la identidad del aludido, añadía: “Es lo más ruin que se pude secar. ¡Que ni siquiera estaba la lápida puesta! ¡Es horrible!”. Con la voz rota de dolor, la humorista destacaba: "Sé que te llegará tu tiempo. El karma, cariño. Te deseo amor porque tienes que estar muy solo. No tendrás a nadie que te quiera, ojalá te quiera yo algún día... Su madre también morirá, o se ha muerto ya”.
"El que había detrás era el hombre que más he amado en mi vida"
"Me sentó muy mal que sacaran la foto de mi Antonio, de la lápida... Me pareció ruin, inhumano, doloroso, porque el que había detrás era mi marido, el hombre que más he amado en mi vida", se quejaba. "Lo único que vale en la vida es el amor y si hubieras sentido un poco de amor, no me haces esto. Me tiré tres días llorando. No te conozco en persona. No te deseo nada mal, pero gana dinero, gana poder... que te lo vas a llevar", decía.
Sus palabras provocaron un silencio tremendo entre sus compañeros, que escuchaban atónitos su relato. Nadie era capaz de interrumpir su discurso, cargado de dolor. "Cuando una ama tanto no entiende que la gente no ame así y que se mueva por otros intereses. ¿Y la humanidad? Un poquito de humanidad", concluía.