La actriz Norma Ruiz está de enhorabuena. Nuestra protagonista se ha convertido en mamá, hace apenas dos meses, de la pequeña Alma, junto a Bosco James, un técnico deportivo que se dedica a entrenar a jugadores de golf y que es su pareja desde 2015. La madrileña, que se dio a conocer con la serie Yo soy Bea, actualmente se encuentra desempeñando su cargo de presidenta de la Fundación Voces y a la espera de varios estrenos televisivos para la nueva temporada. Puntual y entregada por completo en el encuentro que mantuvo con SEMANA, Norma nos ha confesado lo duro que ha sido el postparto, cómo le ha cambiado la vida el convertirse en mamá y si descarta o no pasar por el altar junto a su chico.
¿Cómo te encuentras?
¿Yo? Fenomenal. Estoy muy bien y contenta con mi niña y haciendo vida de madre. La verdad es que estoy muy feliz.
¿Te consideras una persona muy casera?
Totalmente. Me gusta mucho estar en mi casa. Estoy siempre en la cocina, porque me encanta cocinar. Me paso mucho tiempo creando mis propios platos, aunque también me encanta estar en el salón tirada en el sofá viendo una película.
¿Vives con hipoteca o de alquiler?
Pues mira, estoy hipotecada. Yo siempre dije que nunca iba a comprar nada y que siempre iba a vivir de alquiler y, al final, acabé comprando.
Acabas de ser mamá primeriza. ¿Cómo ha sido el proceso hasta tener a tu niña?
Tuve un embarazo buenísimo y trabajé hasta el final. Luego tuve un parto bueno y la recuperación también fue perfecta, aunque el postparto fue muy duro. Eso es algo de lo que la gente habitualmente habla muy poco y no lo entiendo.
¿Por qué crees que es?
Creo que no se habla, primero, para no asustar a las embarazadas. Yo tuve una clase online de postparto con mi preparador y salí llorando. Recuerdo que mi chico me decía: “Ya no vas a ver más clases de estas”. Es verdad, que luego todo se te pasa. A mí, se me pasó cuando vi la carita de mi hija. Cada mujer es un mundo y quizá es por eso por lo que no se habla tanto de ello.
¿Te ha costado desempeñar el papel de mamá primeriza?
Esa sensación, cuando vuelves del hospital por primera vez con tu hija, no sabes lo que es. No sabes por dónde empezar, estás muy perdida. No sabes si dejar a tu hija en la cuna, prepararle el biberón, ponerla a dormir… Es que no te puedes mover. Es una situación total de desamparo. Yo tengo que agradecer mucho la labor de las MySalus que me han ayudado a aprender sobre la maternidad y a que mi pareja y yo descansemos. Aunque la última palabra la tengo yo como madre y con mi intuición, por supuesto.
¿Qué tipo de madre te consideras que eres?
No soy nada temerosa y asustadiza, por ejemplo. Estoy muy feliz estando aquí contigo ahora y también soy muy feliz estando con mi hija. No estoy todo el rato pensando que si no está conmigo le puede pasar algo. El otro día la llevé al médico y la pediatra me dijo: “Qué paz tiene esta niña”. Ha sido una niña muy deseada y eso es importante, porque no todo el mundo tiene que ser madre. Eso hay que dejarlo muy claro.
¿Por qué crees que existen tantos tabúes cuando una mujer dice abiertamente que no quiere ser madre?
Me gustaría que las mujeres dejásemos de juzgarnos las unas a las otras. ¡Basta ya! Yo no creo en esa figura de la mujer y siempre voy a respetar tanto a la que quiera ser madre, como a la que no. Lo peor que puede suceder es que una mujer sea madre sin querer serlo. Yo me levanto todos los días con una sonrisa, porque es algo que he elegido, y aun así, eligiéndolo es duro a veces.
¿Te ha cambiado mucho la vida?
Me ha cambiado para bien y creo que, incluso, va para mejor.
Todavía es temprano, pero ¿te animarás a darle algún hermanito?
Por ahora, no. Todavía me tengo que recuperar y ver cómo nos adaptamos con una y cómo se compaginan los trabajos. Lo que no quiero es estar agobiada y estresada. No tiene sentido.