Nieves Álvarez ha hablado largo y tendido sobre su trayectoria en el mundo de la moda, destacando que llegó a este mundo casi por casualidad, hasta convertirse en una de las maniquíes más reconocidas de España. Treinta años de carrera en la que ella habla de “suerte”, pero que encierran mucho trabajo y dedicación, y que ha analizado con María Casado en su programa de TVE, ‘Las tres puertas’. Un mundo criticado por ser “frívolo”, que ella defiende a ultranza porque, como asegura, “veo la vida a través de la moda. Es mi alegría. Es decir, yo creo que todo lo que nos rodea es moda en sí, nos guste o no. Nuestro estado de ánimo lo transmitimos a través de cómo nos vestimos cada día. Ha sido algo inesperado que llegó a mi vida de una manera totalmente que no me lo esperaba”, recuerda Nieves Álvarez al comenzar a detallar cómo ha sido su vida sobre las pasarelas.
Nieves Álvarez nunca planeó ser modelo ni dedicarse al mundo de la moda: “Nunca me gustó mucho la ropa. No sé, a mí me daba igual cuando era joven. Iba con uniforme hasta cuando en mi colegio podíamos ir de calle, yo me plantaba con mi uniforme, porque me parecía aburridísimo eso de ponerme un modelito cada día”, decía con humor hasta qué punto vivía alejada de los conceptos estilísticos. “Ahora pienso qué quién me lo iba a decir que mi vida iba a basarse en cambiarme de ropa y dar vida a trajes”, recuerda con humor.
Después, la moda le ha dado grandes alegrías y ha alcanzado un nivel que muchas modelos españolas de su época no podrían más que imaginar, como desfilar con Naomi Campbell, entre otras top models: “Yo estaba allí escondida como diciendo qué horror, porque eran mis ídolos. Yo me vi desde el colegio Blanca de Castilla a París desfilando con mujeres que yo admiraba en las revistas”, rememora la modelo, que asegura que siempre la recibieron como una más: “sí, todas, Carla Bruni… me acogieron”.El mundo de la moda siempre ha estado señalado por representar ideales y no ajustarse a lo que se palpa en la calle, algo que Nieves Álvarez ha querido defender: “Tenemos que luchar con ello todos los días. Siempre se ve en nuestra profesión como algo frívolo, como algo que no es importante y si hiciésemos un estudio con la cantidad de puesto de trabajo que genera es increíble”.
Pero no solo el trabajo en la moda es visto con escepticismo, sino que también se les presupone a las modelos un estilo de vida rodeada de lujo y ostentación que, en realidad, no atiende a que son personas como cualquier otras, con sus preocupaciones e inseguridades: “Falta de confianza y de no saber cómo ubicarse en este mundo. Suelen ser personas que son muy exigentes consigo mismas. Yo lo era, pero a mi esta profesión me ha hecho muy fuerte. He aprendido a convivir con el ‘no’. He aprendido a saber lo que es el no cada vez que iba a un casting. Y ese no, no era porque yo no valiese, sino porque no representaba aquello que buscaban”, cierra Nieves Álvarez, que ha querido defender su profesión acercándonos a sus inicios.