Nagore Robles pocas, muy pocas veces, suele hablar de la relación que tiene con su familia. Pero esta vez ha hecho una excepción y ha profundizado sobre la relación que tiene con su padre, con quien ha pasado altibajos a lo largo de su vida. "Muchas veces tenemos que separarnos para reencontrarnos", dijo hace algún tiempo. Un año más tarde de esta confesión la colaboradora de televisión ha contado cómo ha evolucionado su vínculo y cómo ha evolucionado este a lo largo del tiempo. Agradecida porque él ponga de su parte y lleguen a un punto en común, Nagore ha compartido un mensaje privado que ella le mandó estos días, texto que demuestra el tremendo cariño que le tiene y lo mágico que es para ella haber encontrado el equilibrio con alguien tan importante para ella.
"Soy muy reservada para hablar de algo tan íntimo como es mi familia (...) Lo más difícil que he conseguido es saber pedir amor. Darlo a pesar de lo dura que soy me cuesta mucho menos, sobre todo si hay confianza, aunque con el tiempo he aprendido incluso a darlo a desconocidos; pero pedirlo requiere coraje, vulnerabilidad, vértigo e incluso miedo, porque me enseñaron a que el amor debe salir de forma natural, o en el caso de mi padre, con tres palmadas fuertes en la espalda. He aprendido a pedir el cariño que necesito, y a ofrecer mi intención de dar lo que precise la otra persona, en este caso mi padre. Nunca pensé que mi padre con 68 años, se emocionaría si le abrazo, si me despido o si le mando un WhatsApp lleno de cariño. No siempre tengo la paciencia suficiente para tratarle", comienza diciendo Nagore.La vasca está convencida de que con el tiempo han aprendido a quererse más y mejor y a sanar heridas que estaban abiertas. Un avance que logran gracias a charlas y mensajes como el que Nagore ha enviado a su padre durante su viaje en el ave y que dice así: "Aita, gracias por escucharme y por encajar lo que te he dicho. Quiero que sepas que confío en ti cuando te dejo a Nash, cuando te cuento algo y te pido que quede entre los dos, cuando te digo que necesito algún cambio por tu parte y cuando te pido cariño. Nunca pensé que mi padre con 68 años fuera capaz de aprender, de cambiar, de dar cariño y conversar. Me has sorprendido mucho y estoy muy orgullosa de ti. Gracias. Te quiero mucho. Ya os echo de menos, menos mal que nos vemos pronto", escribía Nagore a su progenitor. ¿La respuesta de él? "Un audio precioso que ha hecho que llorara emocionada en el ave", respondía Nagore.