Días complicados para Matías Prats y su familia, que se enfrenta a la dura pérdida de su madre. La progenitora del presentador de Antena 3 Noticias, Emilia Luque, ha muerto a los 102 años de edad, una proeza que, sin embargo, no resta dolor a su ausencia. La viuda de Matías Prats Cañete descansa ahora en el tanatorio de La Paz de Madrid, donde familiares y amigos lloran su muerte y velan su cuerpo, a la espera de ser enterrada.
Matías Prats no está solo en su duelo y es que a su lado ha estado en todo momento su pareja, Ruth Izcue, con la que lleva compartiendo su vida los últimos 7 años, desde que se separase de su mujer, Mayte Chacón, después de 28 años de matrimonio. Pese a su divorcio, la expareja mantiene una excelente relación, lo que ha quedado ahora patente al estar también presente en el velatorio, al que acudió en compañía del hijo que tuvieron en común, Matías Prats Junior, presentador del espacio de deportes de Informativos Telecinco, que también estuvo arropado por su novia, Claudia Collado.
También se encontraba en tanatorio de La Paz de Madrid Marta, la otra hija de Matías Prats, embarazada de su primer hijo en común con su marido, Alberto Salas. Como cabría esperar, el vínculo de los nietos con su abuela era muy especial y ahora lo que más le pesa a la hija del afamado presentador de Antena 3 Noticias es que su abuela no podrá conocer a su bisnieto, aunque a su longeva edad tampoco se le podía exigir más.
A la familia de Matías Prats le toca hacer piña y refugiarse en su duelo para hacer más llevadera la ausencia de Emilia Luque, que finalmente ha perdido la vida a los 102 años. Una vida repleta de alegrías y rodeada de sus seres queridos, que ahora se vuelven a unir una última vez para llorar en su último adiós. Así lo ha hecho el presentador con Ruth Izcue, la mujer que le enamoró seis meses después de su ruptura matrimonial, y con la que se lleva 19 años de diferencia. También sus hijos, tanto Matías como Marta, que también se arroparon en sus respectivas parejas, demostrando que en tiempos difíciles no hay nada mejor que recluirse en los seres queridos para hacer el dolor más llevadero.