Con mucho secretismo, oficiada por Ada Colau y con Concha Velasco: así fue la boda de Silvia Abril y Andreu Buenafuente

Los fans del humor de Silvia Abril están de enhorabuena. La actriz vuelve a las pantallas con una nueva ficción titulada “Mamen Mayo”, que se estrena en SkyShowtime el próximo 18 de noviembre. Para presentar esta serie en la que da vida a una mediadora de herencias dedicada a resolver conflictos la simpática colaboradora acude esta noche a ‘El Hormiguero’. Una oportunidad perfecta para que recordemos su historia de amor con Andreu Buenafuente, su boda y sus propiedades.

Se conocieron trabajando juntos

Durante muchos años Silvia fue una empleada de Andreu: la actriz triunfó en programas como ‘Homo Zapping’ que producía la compañía de Buenafuente, ‘El Terrat’. Sin embargo, tuvieron que pasar varios años para que la chispa entre ellos surgiese y provocase su historia de amor.

Corría el año 2007 cuando Andreu la contrató para que reviviese en su late night uno de sus personajes más emblemáticos: “La Niña de Shrek”. “Debo aclarar que ahí no me enamoro, no sé, la veo con bigote y oliéndose la axila y vamos a ver…”, recuerda con gracejo. Sin embargo “hay un día, que me hace 'La Niña de Shrek' y se levanta la falda y yo, no sé si es que tengo una mente enfermiza o qué, pero pensé: ‘De alguna manera esto es para mí’”, recordó Andreu en TVE.

A partir de ese momento es cuando Andreu intenta conquistarla: para ello decidió usar su mejor baza, el humor: “Yo le voy dando un poco la turra. Le hacía bromas, ella se reía, porque tiene muy buen reír, pero yo creo que pensaba ‘¿este tío que querrá?’, hasta que ya le dije, ‘mira me pasa esto’”. “Fuimos a casa, seguimos hablando… y le dije: ‘nos deberíamos dar un beso ya’. Y en ese momento empezamos a salir”, relató el humorista en otro programa.

Una hija muy buscada

A partir de ese momento la historia entre ambos fue floreciendo. En 2012 decidieron ser padres, pero aquello no resultó sencillo para la pareja ya que Silvia tuvo problemas para quedarse embarazada. “Había una disfunción, que yo no había detectado nunca, que era la intolerancia al gluten, y demostró que el hecho de ingerir gluten durante tantos años me había afectado el sistema reproductivo, y yo no lo sabía ni tenía ningún síntoma'', confesó ella.

Tras detectarlo el problema y ponerle solución, nació su hija Joana, que recibe su nombre por una tradición en la familia de Buenafuente donde, dependiendo de la generación, toca el nombre de Joan o de Andreu. 

Su boda secreta

Silvia y Andreu se casaron en una secretísima boda que tuvo lugar en 2017 en el ayuntamiento de Barcelona. La ofició la entonces alcaldesa de la ciudad condal, Ada Colau. Se trató de un enlace muy sencillo, sin el boato propio de estas celebraciones. Nadie supo que se habían casado hasta que unos meses después una de sus invitadas, Concha Velasco, se fue de la lengua de manera inocente en una entrevista en ‘Salvame Deluxe’

De aquella cita, de la que con el tiempo la pareja ha compartido algunas imágenes, sabemos que Andreu acudió en mangas de camisa y Silvia lo hizo vestida con un mono de flores negro y blanco. Según salió por la puerta de la casa consistorial se recogió el pelo y se bajó de los taconazos que calzaba para ponerse unas alpargatas.

Tras la ceremonia civil los invitados, entre los que se encontraban varios amigos y compañeros de profesión de la pareja como Jose Corbacho, Jordi Évole o Berto Romero se dirigieron a uno de los mejores y más exclusivos restaurantes de Barcelona para celebrar la unión: el lugar elegido fue ‘Gaig’, que entonces contaba con una estrella Michelín (que perdió dos años después). Allí además de comer platos de la gastronomía catalana celebraron una gran fiesta que duró toda la noche.

Residen en Cabrera de Mar pero también tienen casa en Formentera

Desde hace años la pareja vive en una preciosa y lujosa vivienda situada Cabrera de Mar, una localidad de la comarca del Maresme, en Barcelona. Se trata de una propiedad valorada en medio millón de euros situada en plena naturaleza. Encajonada en un frondoso bosquecillo, la finca está rodeada en un espacio rústico.

La casa, que tiene piscina, dispone de  451 metros cuadrados de parcela, de los cuales 213 metros cuadrados corresponden a tres construcciones de color albero que respetan el antiguo trazado de la finca.

Para los meses de verano, Andreu y Silvia tienen una casa en Formentera valorada en un millón y medio de euros. Como la de Barcelona, también es una vivienda de construcción tradicional de una sola planta y con muros de piedra seca levantada sobre una súperparcela que supera la hectárea de superficie. En esta casa es habitual ver a la pareja acompañada de amigos.