Nuestra protagonista es, por méritos propios, una de nuestros grandes referentes en la televisión. La carrera de Miriam Díaz-Aroca está plagada de éxitos y su currículo habla por sí solo. Entre los proyectos televisivos más importantes en los que ha trabajado se encuentran el concurso Un, dos, tres, y las series Hostal Royal Manzanares o ¡Ala…Dina!, pero también películas tan importantes como Belle Epoque, galardonada con un Óscar y con la que viajó a Hollywood, o Tacones lejanos, de Pedro Almodóvar, consiguiendo ser de las primeras presentadoras que daban el salto al cine en una época en la que si hacías una cosa estabas mal vista para la otra. La actriz se sienta con SEMANA para contarnos las luces y sombras de esta profesión, en la que ha vivido momentos muy dulces, pero también algunos amargos.
¿Quién es Miriam Díaz- Aroca?
Es una cincuentener renacida, en fase de simplificar mucho su vida y darle importancia a lo importante.
¿Cómo te encuentras?
Surfeando mi propia ola, sin que nadie, nunca más, me vuelva a bajar de mi tabla, adaptándome a las circunstancias y llena de confianza en mi mente, mi alma y mi corazón. Tengo la certeza de que donde pongo mi energía es donde construyo. Soy feliz. Soy una persona que tengo paz, que tengo plenitud y tengo armonía. Eso no significa que no tenga mis desiertos y mis crisis.
¿Eres una persona casera?
Soy muy hogareña y de cocinar mucho. En mi casa nos hemos reunido siempre alrededor de los fogones. Mis abuelas gallegas son grandes cocineras y sus nietas hemos heredado su talento. Me gusta muchísimo procurar el alimento del hogar y todo lo que puedo lo convoco en casa. Para mí la palabra hogar es determinante y ahora más que nunca. Soy el alma del hogar y facilito todo lo que pueda para que todo el mundo sea más feliz.
¿Hipoteca o alquiler?
Soy más de alquiler.
¿Cómo viviste esa primera oportunidad de trabajar en televisión?ÇPues la busqué. Yo hacía radio y estaba muy quemada, necesitaba un cambio, me apunté a un casting, hice la prueba y me salió muy bien. Cuando me llamaron para decirme que sí, me tiré al suelo a llorar con mi abuela de 90 años que estaba allí.
¿Te imaginabas que tu vida iba a ser así?
Yo soñaba con pertenecer a este mundillo, pero no que iba a ser así. Nunca he diseñado mi vida, he ido fluyendo con las oportunidades que me han ido ofreciendo y he ido saboreándolas. Lo único que sabía era que estar delante de una cámara me hacía vibrar.