El actor ha contado en 'El Hormiguero' cómo fue el día en el que su amor por el mar casi le cuesta la vida.
Miguel Bernardeau (27 años), se ha convertido en uno de los actores de moda tras su paso por series como 'Élite'. Ahora se ha sentado en 'El Hormiguero' para presentar su nuevo trabajo, 'Zorro', que ya está disponible en Prime Video y no ha dudado en sincerarse con Pablo Motos sobre los aspectos más íntimos y desconocidos de su vida. Aunque bien es sabido su amor por el mar y el surf, ya que es una de sus grandes aficiones y cualquiera que lo siga en redes sociales puede comprobarlo, no mucha gente sabía que esta pasión casi le cuesta la vida.
El presentador le preguntaba por una de sus mayores pasiones: el surf. El hijo de Ana Duato confesaba que es un auténtico enamorado de este deporte, tanto que durante el rodaje de su última serie se escapó para coger alguna ola. Sin embargo, su amor por el mar casi le lleva a morir en el Mediterráneo.
"Fue lo más tonto que me ha pasado en mi vida y casi me mato", confesaba el actor, que está más que acostumbrado al mar, a la adrenalina. Sin embargo, vivió uno de los sustos más grandes de su vida en pleno Mediterráneo. "Esto es fuerte, cogemos grandes olas pero luego en el Mediterráneo me caigo de un catamarán y estoy tres horas y media en medio del mar y casi me ahogo", empezaba contando.Tal y como narra Miguel, ocurrió navegando un día de viento, por un sitio "en el que llevo navegando toda mi vida" por lo que le era más que conocido. Allí, mientras disfrutaba junto a un amigo, "se desmontó una cosa y caímos los dos al agua", cuenta. "El catamarán se fue. Estábamos en un sitio en el que pasan un montón de multimillonarios con sus yates pero no paraban. Estuvimos tres horas y media gritándoles".
El actor cuenta cómo vivió esos duros momentos en los que él y su amigo se quedaron en el agua más de tres horas: "Se te empieza a cristalizar la sal en la garganta y nos dio un poco de hipotermia". Por suerte paró un hombre con un yate que había encontrado el catamarán a la deriva, "me tendió la mano y me ofreció una copa de champán", cuenta entre risas, "yo le pedí agua, claro".Por suerte todo quedó en un susto y ahora Miguel Bernardeau lo cuenta como una anécdota que no ha conseguido que le haga temer el mar y sigue disfrutando de cada escapada y cada ola. Es más su perfil social de Instagram está lleno de impresionantes imágenes que el actor y sus amigos capturan en cada una de sus aventuras, tanto haciendo surf como buceando en las profundidades o navegando por el mar.