Este domingo la princesa Mette-Marit sopla 45 velas y en estos años, desde que se convirtiera en la mujer del príncipe Haakon de Noruega, ha cambiado mucho su imagen. Corría el año 2000 cuando el príncipe heredero, hijo de los reyes Harald y Sonia de Noruega, anunciaba su compromiso con una joven plebeya.
Un pasado conflictivo
La polémica estaba servida, no sólo Mette-Marit no era de origen noble, sino que además era madre soltera de un niño nacido de una relación anterior con un extraficante de drogas que había cumplido una pena de cárcel. Para más inri, Mette-Marit aún embarazada de su primer hijo apareció en un programa de televisión noruego buscando pareja, se llamaba ‘La casa del placer’ y era bastante explícito sexualmente.
Alocada juventud
Además, había participado en un espectáculo lésbico en una sala de fiestas de Oslo y su hermano había sido condenado por malos tratos. Por si fuera poco, fue deportada en dos ocasiones, una desde Australia, donde estuvo de intercambio, y otra en la India, después de aparecer desmayada frente a la embajada Noruega en Calcuta por su relación con las drogas.
Un príncipe enamorado que luchó hasta el final contra viento y marea
El príncipe Haakon se quedó prendado de ella nada más verla en un festival de música rock, dos años después de conocerse se reencontraron y nunca más se han vuelto a separar. Comenzaron a vivir juntos en un céntrico apartamento en Oslo antes de casarse, algo que supuso nuevamente un gran revuelo en su país entre los sectores más conservadores.
Y llegó la boda
Finalmente, el príncipe Haakon se casó con la joven del pasado conflictivo en 2001, no sin antes tener que firmar un documento en el que aceptaba, en caso de divorcio, infidelidad o disolución, que tendría que abandonar el palacio únicamente con sus pertenencias y sin que ella ni su hijo Marius Borg tuvieran un trato especial, ni testamento ni asignación.
Objetivo de la prensa amarilla noruega
Desde la boda, hace ahora 17 años, mucho han cambiado las cosas, aunque la princesa Mette-Marit siga sin ser del todo del agrado de su pueblo. Una vez casados y embarazada de su hija, la princesa Ingrid Alexandra, intentó entrar en una discoteca junto a unos amigos colándose. La gente la abucheó, según la prensa noruega. En su embarazo del príncipe Sverre Magnus volvió a ser el centro de la polémica al publicarse el libro ‘Princesa contra todo pronóstico’, en el que dos periodistas narraban su vida anterior al príncipe Haakon.
Mette-Marit fue ganando popularidad
La popularidad de la princesa consorte ha subido y bajado a lo largo de estos años. En un principio debido a su turbulento pasado fue rechazada por la mayor parte de los noruegos. Incluso tuvo que pedir perdón por su díscolo pasado en una rueda de prensa, ganándose el cariño del pueblo con el tiempo.
Su popularidad actualmente
Pero a partir del año 2012 comenzó a caer su popularidad debido a sus ausencias en los actos oficiales, además de su escasa agenda oficial.
Una relación a prueba de todo
Actualmente es su hijo mayor quien ha desatado alguna polémica al salir con una joven modelo que ha sido protagonista de la portada ‘Playboy’. Su padre también causó revuelo en el pasado cuando se casó con una joven bailarina de striptease, conducta que rompió la relación de ambos hasta el final de sus días.
Una imagen mucho más madura
Sin embargo, Mette-Marit también ha sabido adaptarse a sus deberes reales y a su familia. Retomaba sus estudios universitarios tras casarse y se convertía en Representante Especial de ONUSIDA, siendo elogiada por su trabajo.
Integrada en la Familia Real Noruega