La reina de Holanda regresó a su país después de su viaje a Reino Unido, donde compartió el gran día de la Orden de la Jarretera con nuestros Reyes. Al contrario que Felipe y Letizia, Guillermo y Máxima sí se quedaron para acudir al día siguiente a la primera jornada de las tradicionales carreras de Ascot. El toque distintivo de esta cita son los sombreros y si de algo sabe la soberana holandesa es precisamente de eso...
Bajo la lluvia
Cosas del destino, del sol británico a la lluvia en los Países Bajos. Máxima retomó sus compromisos oficiales en Utrecht, donde recibió una cálida bienvenida, pero no por parte de la meteorología... Esta foto dice mucho de lo que sintió al bajar del coche, resguardada por un paraguas.
Vestido de Natan y súper pamela
Pero la reina tenía un arma doble: su pamela. Que no es que sirviera para resguardarse de la lluvia ni que fuera impermeable, pero casi. Las grandes dimensiones del complemento cubrían su cabeza y la amplitud de sus hombros. Máxima acudía a la reapertura delHospital Central Militar tras unas obras de renovación y modernización.
La reina de los sombreros
Máxima de Holanda está más que habituada a llevar todo tipo de sombreros, pamelas, tocados, casquetes... Es la reina que hace más uso de ellos y por eso en su persona resulta algo totalmente natural. No todo el mundo podría lucir con tanta soltura semejante pieza.
Problemas de visión
En color grosella, a juego con el vestido de Natan (haciendo un efecto de transparencia minifaldera), con cinta en la base y en el borde, la pamela tenía unas dimensiones dignas de un platillo volante. Tan grande era que debía subir mucho la cabeza para poder ver bien a sus interlocutores.
Máxima lucía también unos maxipendientes
Con el pelo suelto
Pamela efecto paraguas
En definitiva, aunque parezca mentira, Máxima de Holanda consigue sorprendernos todavía en estos terrenos de la moda. Barroca y encantadora, la reina de los Países Bajos nunca pasa inadvertida.