Matías Prats Junior, el presentador de deportes de Telecinco nos abre las puertas de la casa de su madre para presentarnos su primera novela El futuro que olvidaste

Pertenecer a una de las grandes sagas del mundo de la comunicación tiene sus ventajas, pero también sus inconvenientes, y en el caso de nuestro protagonista, Matías Prats Chacón (37) hay más de lo primero que de lo segundo. Trabajador incansable, reconoce que ser el hijo y nieto de Matías Prats, ha servido para que algunas puertas se le abrieran, pero también nos confiesa que, sin su formación, trabajo y talento, no le hubiera servido de nada. Matías nos recibe en casa de su madre, para mostrarnos quién es realmente el presentador de deportes de Telecinco, sus inquietudes, añoranzas y también qué ha significado para él llevar un apellido tan importante. Lo hace mientras nos presenta su primera novela, El futuro que olvidaste, que promete darle más de una alegría.

Matías Prats nos abre su corazón en casa de su madre, Maite Chacón
Alberto Bernárdez

Nos recibes en casa de tu madre porque tú estás en plena mudanza, ¿cierto?

Es la casa de mi madre, Maite Chacón. la mía aún no puedo enseñarla porque me la acabo de comprar. ¡Por fin me he lanzado! antes vivía de alquiler. Ha sido una decisión meditada y valiente, que me hace mucha ilusión. Es una casa ideal para formar una familia el día de mañana.

¿Es verdad que cómo en casa de mamá no se está en ningún sitio?

Yo es que volé hace tiempo del nido (se ríe) Yo echo mucho de menos a mi madre, pero acudo puntualmente a visitarla todas las semanas, varios días. Primero, porque tengo una relación muy cercana y especial con ella, y segundo, porque tiene una mano en la cocina inigualable.  Es una casa preciosa, acogedora y que se ha convertido también en punto de reunión para la familia. Porque mi hermana, que está recién casada, también viene mucho.

¿Y eres el niño de mamá?

Creo que mi madre tiene más preferencia por la niña, por Marta, y yo tenía un vínculo más fuerte con mi padre, pero en los últimos años sí que nos hemos hecho más indestructibles ella y yo. Ella también ha pasado por momentos delicados de salud.

¿Qué significa para ti?

Es mi heroína y mi referente, por la capacidad que tiene para superar las adversidades, no venirse abajo, por demostrarme que se puede, que se tiene que ser fuerte y no perder nunca el sentido del humor y las ganas de vivir. Y, sobre todo, porque es una mujer completa y con muchísimas inquietudes culturales.

En tu primer libro la dedicatoria va para ella.

Se llevó una sorpresa y sinceramente, nos emocionamos los dos porque es una dedicatoria hecha desde el fondo del corazón, con agradecimiento y admiración. Es normal que todo el mundo me pregunte por mi padre porque es una estrella de la comunicación, pero mi madre no tiene absolutamente nada que envidiar a mi padre porque es una estrella de la vida.

Más allá de lo mediático de tu apellido ¿Cómo eres?

Yo me defino como un chaval muy sencillo, que procura ser buen compañero. Por ejemplo, ahora que saco un libro me da vergüenza. No voy a decir que soy un escritor, ni siquiera había comentado con mis amigos o compañeros que iba a escribir una novela y tengo tanto respeto a la palabra escritor que me da vergüenza que incluyan dentro de mi biografía ese término.

Tus amigos destacan de ti tu humildad.

Yo siempre he procurado ser un chico humilde porque toda la vida me han dicho que soy el enchufado de papá. Es algo con lo que he tenido que vivir desde joven y no me afecta nada. Entiendo que un periodista en paro diga: “Oye, ¿por qué este tío le das una oportunidad antes que a mí?” Y tiene razón, a mí me dieron la oportunidad antes que a otras personas. Pero luego se me ha exigido bastante y se me ha dado mucha caña.

Te has ganado a pulso tener tu propio sitio.

Yo entiendo que haya gente que en una situación mala profesional pueda decir, “este tío está ahí por ser el hijo de Matías Prats”, y es verdad que mi apellido me ha ayudado, sobre todo me ha pegado un empujón en el inicio de mi carrera. Pero luego hay que dar la cara, trabajar y prepararse. Yo me he formado mucho, no sólo académica y profesionalmente en la universidad. Y me gustaría dentro de unos años dar el salto a la información general de un programa de reportajes, un concurso... Y si hay quien cree que estoy enchufado en Telecinco, la competencia de mi padre, es que no se ha parado a pensar que mi padre en la vida levantaría un teléfono para llevarme a la competencia.