'Lazos de sangre' tuvo una nueva protagonista en su entrega del 18 de julio. Un rostro muy conocido por todos los espectadores y RTVE desde que se alzara con la victoria con su 'La la la' en Eurovisión para España por primera vez: Massiel. La cantante se sentó en el plató junto a Jordi González para recordar cómo ha evolucionado su vida desde ese momento. La fama le llegó y eso la situó en un lugar complicado de cara al público. Siempre presume de ser sincera, directa y no callarse nada y eso le ha podido generar más de un problema de los que no esperaba. Uno de los más difíciles que vivió, recuerda, fue cuando unos encapuchados asaltaron su vivienda y la apuntaron con una pistola sin contemplaciones. Tras rodar 'La hora de Massiel' en TVE esta se marchó a su casa sin imaginar lo que allí esperaba. Cogió todo el coraje que encontró y se enfrentó a ellos hablando.

Massiel acude al plató de 'Lazos de sangre'
Massiel, protagonista de su propio 'Lazos de sangre' (Foto: RTVE).

Vio a una de sus trabajadoras amordazada y decidió que esa sería la mejor forma. Alguien decidió que ella era su objetivo y aparecieron en su piso: “Los guerrilleros me pintaron todos los abrigos que había en el armario con esvásticas”. A pesar de la incertidumbre, consiguió que se alejaran y la dejaran en paz, sin confesar quién les había mandado allí. "Vivía en un cuarto y no habían cerrado el portal. Disuadí a los asaltantes de mi casa hablando. Les dije que iba a subir dos guardias y era farol. Me los habían metido por las declaraciones que había hecho", le reconoce al presentador. Todas las experiencias que ha vivido la han llevado al reposo actual. "La vida te parte el alma a jirones, pero he intentado recomponerme y seguir adelante. Tan partidaria como cuando era joven no porque no tienes lo mismo, ni la capacidad de andar...pero estamos que no es poco", iniciaba su aparición en el programa antes de analizar sus vivencias.

El papel de Eurovisión en la vida de Massiel: "No lo rentabilicé económicamente"

Este suceso fue uno de los que llevó a Massiel a darse cuenta de lo que ya estaba significando su figura dentro del panorama español. El festival europeo de la canción se lo dio todo en 1968, incluidas dificultades en el mundo laboral pese a todo. "Paré de trabajar porque me fui llorando a mi casa. Mi carrera me lo ha hecho muy difícil Eurovisión". Reconoce que, económicamente, no fue el mejor de los proyectos: "Me marcó mucho y yo no lo rentabilicé. Era algo más de mi casa, que no querían que trabajara...". El desafío al sistema de la cantante también hizo que estuviera alejada, a pesar, de todo de la televisión. Francisco Franco le dio un reconocimiento que ella se negó a recoger y, por lo mismo, sufrió las consecuencias siendo apartada del único canal televisivo de la época.