Marta Riesco ha roto su silencio. Tras haber permanecido varios meses alejada de la televisión por su despido de Mediaset, la periodista ha hablado largo y tendido de su relación con Antonio David Flores. Lo ha hecho en el estreno de ‘Ni que fuéramos’ en Canal TEN. Una fecha de lo más esperada por los antiguos colaboradores de ‘Sálvame’, en la que la comunicadora ha cobrado un gran protagonismo.
Ahora que no guarda ningún tipo de vínculo con Antonio David Flores, Marta Riesco no ha tenido reparo en admitir que el exguardia civil ha sido “lo peor que le ha pasado en la vida”: “Ojalá nunca nos hubiésemos cruzado. Creo que ya he pagado un precio muy alto por esta relación, y necesito que la gente también pase página, porque he hecho muchas cosas, pero no he hecho nada lo suficientemente grave como para decir: ‘No hay solución’”, ha comenzado revelando entre lágrimas, y visiblemente arrepentida de haber dado una oportunidad al ex de Rocío Carrasco.
Pero esto no ha sido lo que más ha llamado la atención. Pese a que son muchas las ocasiones en las que Marta se ha referido a Antonio David, se desconocía cuál fue el momento exacto en el que ambos cruzaron miradas por primera vez. Riesco ya se había fijado en el exguardia civil, pues le había visto en programas como ‘Crónicas Marcianas’ y se sentía atraída por él: “Recuerdo estar con mi abuela en el pueblo, él salía, yo lo veía y me encantaba. Platónicamente pensaba: ‘¡Qué guapo es!’”, ha asegurado.
La visita a Ikea con su madre que cambió el destino de Marta Riesco
Lo que no podía llegar a imaginar por aquel entonces, es que un recado junto a su madre lo cambiaría todo: “Por casualidades de la vida, un día mi madre me dijo que le acompañase a un centro comercial, total que fui, y en uno de los pasillos lo vi por primera vez. Cruzamos las miradas, yo sentí un flechazo que no lo puedo describir. Me quedé impactada, y mi madre me preguntaba que qué me pasaba y que si sabía quien era. Me quedé impactada, es la palabra que puedo decir. Como si se me hubiese clavado algo en el corazón”, ha contado, echando la vista atrás al recordar el momento exacto en el que conoció al que sería novio en el futuro.
Lejos de quedarse parada, la comunicadora hizo todo lo posible para tener un vínculo con el ex de Rocío Carrasco: “Estuve pensando en él muchos días después de ese encuentro, y lo busqué en Twitter. Nos dimos a seguir y él me dijo: ‘Hola. ¿Eres la chica de Ikea?’ Y ahí empezamos una conversación”. Una charla que tuvo lugar hace diez años, en 2013 o 2014”, situaba, para después aclarar que “era un tonteo que a mí me habría gustado que fuera un cuento de hadas, pero la otra persona no quería ese cuento de hadas. La otra persona solo estaba pasándoselo bien y ya está”.
La televisión, el segundo escenario del romance entre Antonio David Flores y la periodista
Tiempo más tarde, sus caminos volvieron a unirse, esta vez en la televisión. A Marta le estaban haciendo una prueba en ‘Sálvame’, mientras que Antonio David estaba en ‘Mujeres y Hombres y Viceversa’: “Nos volvemos a cruzar, pero vosotros no me elegís a mí. En una de estas que iba por los pasillos nos volvimos a ver, y nada. Solo fue un ‘hola’, yo no sabía si él sabía quién era. Ahí se quedó”.
Tuvieron que pasar otros dos años hasta que Riesco fue contratada por ‘El Programa de Ana Rosa’, justo cuando Antonio David entró en ‘GH VIP’: “Me cayó muy mal, no me gustó nada. No me gustó como actuaba, le vi llorar todo el rato… No me gustó, me quitó todo el platonismo amoroso que tenía”, ha revelado entre risas. Sin embargo, cuando fue expulsado, Marta se lo encontró de nuevo por los pasillos y tenía como objetivo hacerle una entrevista. Algo a lo que él se negó en rotundo en muchos momentos.
Un tiempo después, la relación entre ellos fue fluyendo e incluso se siguieron en Instagram. Fueron invitados a una fiesta del ‘Deluxe’ en la que él la confesó que sabía que era “la chica de Ikea”: “Ahí yo me enamoré. Se fue, y yo me quedé con mis amigas dándoles la matraca. Así empezó todo”, ha indicado, aclarando además que no pasó nada esa noche, aunque le resulte “curioso”.