Marta Pombo cuenta cómo vivió el parto de Matilda y lo dura que está siendo la lactancia

«Llegué al hospital sobre las 4.30 de la mañana con dos centímetros de dilatación, ósea muy poco. Nació a las 12.16 horas de la mañana. No se me hizo largo. El momento empujar fue muy rápido, como un minuto y medio. Yo sabía que iba a dar a luz, lo sentí. Las contracciones ya estaban siendo irregulares, pero me dolían, por la noche empecé con contracciones, las controlé y cada vez me dolían más. La verdad es que lo notas».

«El tema hormonal diría que lo estoy llevando bien. He tenido mis momentos de llorar por nada. De hecho, el día que nos fuimos del hospital, yo salía llorando, pero no de tristeza, estaba agotaba, no había dormido nada las dos últimas noches. Matilda solo se quedaba tranquila si estaba enganchada al pecho. No me había podido duchar, me sentía un despojo humano. He tenido algún bajón por el tema hormonas, pero por ahora bastante controlado».

«La reacción de Zama fue increíble. Vivir el parto a su lado fue increíble. Cuando me sacaron a Matilda yo no le veía la cara y yo lo miraba a él y me decía que era perfecta, es preciosa, no paraba de decirme que lo había hecho súper bien. Fue precioso porque él fue transmitiéndome sus emociones y las iba viviendo con él».

«No tengo miedo a la depresión postparto porque tengo un paracaídas. He estado muy acompañada por mi psiquiatra, me ha preguntado mucho. La verdad es que me siento llena, no siento vacío, estoy feliz, estoy fenomenal»

«Tengo que reconocer que sí. Cuando te dicen que la lactancia es dura es por algo. También es preciosa, pero yo estoy por descubrirla. Para mí los primeros agarres fueron muy buenos pero a medida que pasaban los días, que eran más a demanda… no se agarró bien y me hizo muchas heridas. Me duele muchísimo. Los primeros días fueron mejores, pero ahora me va a ayudar una matrona. Quiero seguir intentándolo».