Marta López: “He tenido relaciones con hombres importantes que no se han sabido”

La conocimos como una joven concursante de 'Gran Hermano' que destacaba por su desparpajo. Hoy, madre de tres hijos, y feliz al lado de su pareja dirige un catering y colabora en televisión. Allí es donde ha hecho grandes amigos como Kiko Hernández, a quien considera su hermano.

Leer más: El posado más sexy de Marta López en Instagram

¿Qué queda de la Marta que conocimos en 2001 en GH?

Queda todo. Estoy exactamente igual, pero tengo 18 años más y me he calmado aunque la esencia es la misma. Y sigo fiel al Atlético de Madrid. Tanto que me tatué una india, que es como se nos llama a los atléticos.

¿Entonces sigues igual de guerrillera y clara?

He aprendido a que no siempre puedes decir lo que sientes porque puedes hacer daño a mucha gente. En aquella época era más loca, pero ahora estoy más tranquila.

Fuiste la primera expulsada de tu edición.

Mi gran suerte fue que nada más salir de la casa me contrató Xavier Sardá y estuve cuatro años y medio con él en 'Crónicas Marcianas', donde aprendí todo. A partir de ahí, me he recorrido todos los programas de Telecinco.

¿Por qué te presentaste al reality? ¿querías trabajar en televisión?

Yo no veía ni la tele, sólo montaba a caballo porque teníamos un Club Hípico y nos dedicábamos a ello. En aquella época no vi ni Gran Hermano 1 que lo había visto todo el mundo. Un día, en casa, mi primo, mi hermano y mi cuñada estaban llamando al teléfono para para ir a ver Gran Hermano y me pasaron el número para que yo también llamara porque decían que me iban a coger. Me sorprendí mucho porque en aquella época los casting duraban siete u ocho meses y a mí me llamaron en septiembre y entré en abril, enterándome una semana antes. Todo fue muy rápido.

¿Te compensó? ¿Volverías a participar?

Todos el mundo se acuerda de la primera vez que salí expulsada la primera pero luego estuve en el primer 'Gran Hermano VIP' y salí a mitad del concurso y después fui a 'Gran Hermano: El Reencuentro'. He entrado con hijos, sin hijos, soltera, casada, de todas las maneras y volvería a entrar de nuevo. Soy una enamorada del formato.

Eres de darlo todo en la tele, porque tuviste algo con el cantante Coyote Dax cuando concursaste con él...

¡Qué va, qué va! Ni edredoning ni nada que lo hubieseis visto con tanta cámara que hay. Ni me metí en la cama, ni me di un beso ni nada con él pero estaba feliz por el cariño que me daba en el concurso.

En lo que sí has cambiado es que ahora eres madre de tres niños. ¿Cómo eres?

Se lo tendrías que preguntar a mis hijos pero no soy una madre dura. Soy muy pesada pero no obsesiva porque estoy trabajando muchas horas y no puedo pasar todo el día con los niños, así que delego en otras personas para que me ayuden. Yo vivo sola y vivo con los tres niños. Aparte de la tele, llevo un catering y puedo trabajar una noche y cualquier día de la semana, no tengo horario.

¿Qué tiene Javier, tu pareja, para haberte enamorado?

Con él llevo siete años. Es como si no me hubiera enamorado antes. No nos hemos casado. Antes me hacía ilusión la idea pero a él no y ya se me ha pasado, me da igual. Javi lo tiene todo, es maravilloso. Creo que yo no tengo que ser fácil y más con la vida que llevo. Javi no quiere saber nada de la tele y a veces hasta me aparta porque no quiere ni salir en las fotos.

Sin embargo, vivís separados. ¿Ese es el secreto para llevarse bien?

No estoy segura. Nosotros llevamos juntos siete años y, aunque mi pareja es el padre de mi hijo pequeño, vivo sola. Viví diez años en Talavera y de los dos mayores tengo la custodia compartida con su padre. Hasta octubre han estado siempre conmigo y yo no quería dar la custodia compartida... Pero me senté con mis hijos, uno tiene once años y el otro nueve y les pregunté qué querían. Los dos me dijeron que querían pasar tiempo conmigo y con su padre. Yo no soy quién para prohibirles o quitarles a mis hijos el placer de estar con su padre. Con mi ex no tengo relación pero nos respetamos y eso es lo verdaderamente importante.

¿Cómo llevan tus hijos mayores tener un nuevo hermano pequeño?

Están encantados y felices porque su hermano, el pequeño, es para comértelo, un angelito.

¿Tanto para animaros a tener más?

¡Lo llevas claro! Ni de broma, ni buscar la niña ni nada. Ya soy muy mayor aunque la verdad es que cuando me veo, no me creo la edad que tengo.

Otra faceta tuya siempre ha sido la de empresaria.

Cuando entré en Gran Hermano estaba trabajando y cuando salí de la casa, seguí igual hasta que monté mis propios negocios. Nunca he estado solo en la tele. Como te digo, hace 18 años cuando entré en la casa, trabajaba en un poni club en Madrid; como relaciones públicas en la Sala La Sal de Madrid y de camarera en una terraza. Al salir seguí en lo mismo pero enseguida puse un bar, luego una tienda de novias en Talavera y una discoteca.

Sin embargo no siempre te ha ido bien en los negocios y se publicó que tenías deudas.

Todo me iba bien hasta que todo dejó de ir, por la crisis, y tuve que reinventarme. Traspasé la tienda, el local lo tengo alquilado y el catering del Mirador de Cuatrovientos no es mío pero lo llevo yo. Soy la directora. Vine a Madrid con los tres niños a buscar trabajo.

Si pudieras, ¿trabajarías solo en la tele?

A mí me encanta, me gusta muchísimo. Yo vengo de la guerra que era Crónicas Marcianas y ahora me hace gracia cuando se quejan de Sálvame. Al lado de Crónicas es un camino de rosas. En cuanto a mí, no creo que sirva de presentadora ni aspiro tan alto así que, “Virgencita , Virgencita, que me quede como estoy”.

En la tele tienes amigos como Kiko Hernández.

No sólo tengo a Kiko. Tengo muchos amigos en la tele pero Kiko es mi hermano, le quiero con locura y es parte de mi vida. Kiko es un cabrón pero es la mejor persona del mundo con quien quiere y a mí me quiere mucho. Conmigo es el mejor.

Ahora él vive una gran etapa de madurez y estabilidad, siendo padre de dos niñas, ¿cómo le ves?

Kiko ha cambiado bastante, la verdad, y para bien. Está mucho más tranquilo. Tiene unas hijas guapísimas, rubias y con unos ojos azules preciosos, igual que los de mi hijo pequeño. Siempre dice: “Imagina que un día se juntan” y yo le respondo que se olvide, que pobre mi hijo si tiene que sufrir a un suegro como él.

¿Cómo lleva tu familia que seas conocida?

Mi padre no me sigue en la tele pero mi madre está encantada. Los dos están orgullosos de su hija Marta no de la de la tele. Gracias a Dios no me falta nadie porque somos ocho hermanos, tengo a mis padres y a mis hijos.

Además de con Kiko, en tu edición de Gran Hermano coincidiste con Carlos El Yoyas y Fayna. Él acaba de ser procesando por malos tratos, ¿qué opinas?

Carlos se metió mucho conmigo en todos los programas, así que no nos dirigimos la palabra. Con ella, al ser su pareja, tampoco he tenido trato. Carlos no estaba bien, en Crónicas Marcianas uno de seguridad tuvo que agarrarle porque si me pilla, no sé que hubiera pasado. A Antonio David le pegó y a Silvia Fominaya casi la pilla también.

¿Qué pasaría si tus hijos te dijeran un día que ellos también quieren participar en Gran Hermano?

Les diría que se dediquen y hagan lo que quieran. Lo que quiero es que sean felices. Elijan lo que elijan en todos los ámbitos de la vida me parecerá bien si son felices. Ahora estoy con ellos tratando el tema de los gays porque me preguntan y yo se lo he explicado todo mil veces, así que espero que hagan lo que quieran. El único problema que tengo con mis hijos es que están enganchados a la Playstation, no sueltan la consola de videojuegos, es horroroso.

¿Has tenido relaciones con algún famoso?

¡Hombre claro!, pero no te lo voy a decir. Alguna vez ha salido publicada alguna tontería con alguno pero los nombres gordos y buenos, no han salido, no me han pillado.

Así que hay varios. Pero ¿personajes de la tele, actores, políticos?

Hombre, hijo, en dieciocho años ¿qué quieres? He tenido de todo, y tiempo también para todo.

¿Qué preguntarías a quien supiera interpretar tu futuro en los posos de este café?

La verdadera pregunta no te la voy a decir. Así que te digo que me gustaría saber si voy a dejar de trabajar algún día. Es lo que me gustaría porque siempre he dicho que no podría estar sin trabajar, pero el otro día, viendo mi vida laboral llevo 31 años cotizados a la Seguridad Social. Hay veces que ya me está empezando a pesar tanto trabajo.