SEMANA ha podido hablar en exclusiva con Meye Ortiz, mánager de Marisa Jara, para que cuente el cambio total que ha dado la modelo a su existencia después de tener que someterse de nuevo a una intervención debido al cáncer que le fue diagnosticado y por el que fue operada en octubre. Hace dos semanas que la modelo se ha mudado a su Sevilla natal, donde está su familia, quien cuidará de ella después de que vuelvan a intervenirla a finales de la semana que viene.
Marisa Jara ya no puede más
Marisa está a la espera de volver a pasar por el quirófano. Según nos ha explicado su mánager “está como loca porque la operen. Tiene muchas molestias y ya está cansada”.
Ha pasado el preoperatorio
La nueva operación a la que la sevillana tendrá que someterse aún no tiene fecha exacta, pero será la semana que viene: “A finales de semana será operada, por el momento no sabemos el día concreto”, explicaba en exclusiva Meye Ortiz.
La familia de Marisa es ahora su mayor refugio
La mánager de Marisa afirmaba a SEMANA: “Hace dos semanas se mudó a Sevilla. Se ha ido allí para que sus padres y su familia esté con ella después de la operación y la cuide, como es normal”.
Su madre, su pilar en estos momentos
En esta ocasión no se ha quedado en la capital, donde reside habitualmente por motivos laborales. “Por el momento no hay prevista una fecha de regreso a Madrid, se va a quedar en Sevilla por un tiempo”, asegura su representante.
Con proyectos, hasta ahora
Hasta hace poco, Marisa ha continuado con su trabajo como modelo curvy y diseñadora de joyas. “Ha intentado llevar su día a día de la manera más normal posible, pero ya quiere terminar con todo esto”, afirmaba su mánager.
Sufre muchos dolores a raíz de su enfermedad
Un camino que no ha sido nada fácil para la maniquí, según nos ha contado Meye: “Ella ya está acostumbrada a vivir con el dolor, ya está muy acostumbrada a tener que someterse a varias operaciones. Ha estado en el rodaje con molestias, pero es una valiente y ha cumplido como toda una profesional”.
Su primera intervención quirúrgica
Marisa ya pasó por el quirófano el pasado mes de octubre en la madrileña Fundación Jiménez Díaz cuando le descubrieron un cáncer de estómago. Ella misma lo explicaba en sus redes sociales: “Me estaba haciendo unas pruebas ginecológicas para ser mami y nos hemos encontrado un tumor de 6x8 en el estómago que me extirparon el lunes. Se ha llevado parte de mi colon porque estaba pegado, ahora falta esperar que analicen el bicho!!”, escribía el pasado 10 de octubre.
Un gran susto
Poco después narraba que tras cuatro días sin comer, le habían puesto la cena y le controlaban el dolor con calmantes. Agradecía entonces el apoyo y los mensajes de cariño a sus seguidores y al equipo de Digestivo y Oncología de la Fundación Jiménez Díaz.
Agradecida por estar viva
La recuperación fue lenta, pero Marisa siempre se ha mostrado muy positiva al respecto y ha compartido los momentos de su enfermedad en sus redes sociales.
Las secuelas visibles del cáncer
El pasado 14 de octubre aseguraba que ya no estaba tan dolorida y se iba recuperando, eso sí, con una gran cicatriz en el estómago a la que ella se refería como “la cornada de la tripilla”.
Ha sabido llevarlo de la mejor manera
Incluso en Halloween bromeaba con una calavera a la que le decía: “Ay cariño, como te has quedado con los disgustos que te doy”.
Así le quedó su cicatriz
El pasado mes de noviembre Marisa compartía en sus redes la imagen de la cicatriz de su estómago después de casi un mes desde su primera intervención. La modelo se mostraba contenta por estar viva y aseguraba que las marcas son las “señales de guerrera”.
Marisa continuó con sus revisiones
El pasado 13 de diciembre Marisa se sometía a la primera revisión después de la operación, un Tac de contraste en la Fundación Jiménez Díaz.
Tendrá que ser de nuevo intervenida
Hace tan sólo unos días que mostraba una imagen de su preoperatorio y aseguraba que estaba lista para su próxima batalla. Ahora sabemos que pasará de nuevo por el quirófano a finales de la semana que viene.
Su único deseo: salud para todos
A sus 39 años recién cumplidos, Marisa no pierde la sonrisa y con una actitud de lo más positiva, ha decidido trasladarse a su tierra, Sevilla, para recuperarse junto a los suyos, sus padres y sus hermanos. “Me tienen que volver a intervenir, pero no pasa nada, todos los días operan a miles de personas”, aseguraba la modelo en su cuenta de Instagram con motivo de su cumpleaños.