Mario Vargas Llosa se ha convertido en personaje de la actualidad. Y no por algo de lo que deba sentirte orgulloso. Y es que la pareja de Isabel Preysler acaba de aparecer en los papeles de Pandora como titular de una sociedad en un paraíso fiscal. Esto lo convierte en protagonista de una nueva polémica.
Pero, ¿qué ha ocurrido? Mario Vargas Llosa figuró en 2015 como titular de la sociedad Melek Investments, una sociedad offshore registrada ese mismo año en las Islas Vírgenes Británicas, según una investigación que ha realizado el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ).La compañía fue utilizada, según El País, para gestionar el dinero de los derechos de autor de sus obras y la venta de varios inmuebles en Madrid y Londres. Según la agencia literaria que se encarga de representar a Mario Vargas Llosa, Carmen Balcells, él no residía ni España ni en Perú en ese momento, países de los que tiene nacionalidad. Cuando se hizo residente fiscal en España, en 2017, la cartera de inversión ya estaba a su nombre.
Mario Vargas Llosa se ha pronunciado a través de su agencia de representación
Además, no se ha quedado ahí la justificación. Y es que se agencia de representación ha explicado: "Era fruto de sus ahorros. Esa sociedad solo gestionó, durante su breve existencia, una cartera de inversiones (acciones y bonos) que ya existía desde mucho antes y que siguió existiendo a su nombre luego de liquidada", detallan. Tras su divorcio de Patricia Llosa, el banco de inversión estadounidense Jefferies, que es el que lleva la cartera de inversiones del escritor, le creó una estructura con ese nombre por razones de privacidad. Había unos fondos de 1,1 millones de euros.Esta no es la primera vez que al premio Nobel se le vincula con una sociedad en un paraíso fiscal. Y es que cuando todavía estaba con su mujer, la pareja apareció en los papeles de Panamá por haber llegado a reservar una sociedad offshore con Mossack Fonseca en 2010. Un día antes de que le fuera entregado el Nobel, se pidió cambiar el accionariado de la empresa y pasó a nombre de dos ciudadanos rusos. Mario Vargas Llosa aseguró después que nunca había tenido una sociedad offshore.
Polémicas que se suman a otros problemas personales
Estas polémicas no han sido las únicas que han girado en torno a su nombre. El hecho de ser pareja de quien es ha hecho que también su vida personal haya sido tratada en la prensa de corazón. La relación del escritor e Isabel Preysler se hizo pública durante la primavera del año 2015, pero su romance había comenzado con anterioridad. Todo estalló tras unas imágenes publicadas de la pareja que también provocaron un tsunami en la familia de Vargas Llosa: sus hijos y la que había sido su mujer se distanciaron de él sin miramientos. Hubo desencuentros públicos, aunque con el tiempo las aguas han vuelto a su cauce. En su caso era cierto que después de la tempestad llega la calma y en la actualidad mantiene buena relación con el que había sido su círculo hasta antes de conocer a Isabel. «He ido restableciendo una relación amistosa y cordial con buena parte de mi familia. No con todo el mundo pero sí con buena parte. Eso es muy importante. Sobre todo porque tengo cinco nietas y un nieto. No me los quiero perder», dijo el pasado año.