Parecían una de las parejas más sólidas del panorama nacional pese a los muchos rumores que, desde hacía meses, apuntaban que lo suyo no iba bien. Antes de terminar el año, se terminó confirmando lo que muchos intuían, que María Teresa Campos y Edmundo Arrocet habían puesto punto final a su relación.
María Teresa Campos está recuperando la rutina tras su ruptura sentimental
Desde entonces, han pasado varios días en los que la periodista ha estado arropada de su familia en los que sin duda son unos momentos complicados. Superado el mal trago inicial, Campos ha hecho sus primeras declaraciones tras romper con el chileno, con quien ha compartido los últimos seis años de su vida. Pero no solo eso, también ha comenzado a recuperar su rutina, y lo ha hecho junto a su compañero más fiel.
En la vida de María Teresa Campos hay varias personas inamovibles, entre las que se encuentran sus hijas, Carmen Borrego y Terelu Campos, y su chófer, Gustavo. Desde un discreto segundo plano, este hombre ha sido uno de sus apoyos cuando más lo ha necesitado, llegando a desarrollar una relación muy íntima marcada por la complicidad.
Además de llevarla a los sitios, Gustavo es quien la ayuda a caminar, prestándole su brazo, la acompaña de compras y también a las revisiones médicas, como en esta última ocasión. Pero no solo eso, María Teresa Campos le debe algo muy grande a su trabajador, pues fue él quien se percató de que estaba sufriendo un íctus. "Hice una campaña sobre el ictus y Gustavo se dio cuenta de que yo tenía una de las cosas que dije en esa campaña y eso es lo que ha hecho que hoy en día esté aquí como si no me hubiera pasado nada, pero sí ha pasado", contó al salir del hospital en el ya lejano 2017.