“Somos una familia aparentemente normal”, así arranca la docuserie de las Pombo, con María como capitana del barco, que ya se ha estrenado en Prime Video y está dando mucho de qué hablar. No ha sido un camino de rosas y quizá no sean una familia tan “normal” como aseguran: casas de ensueño, paseos en caballo, coches de lujo... Tras varios meses de grabaciones, la serie de estas hermanas conocidísimas en redes sociales ya ha visto la luz y nos muestra de cerca su vida familiar desde una perspectiva mucho más íntima a la que estamos acostumbrados y con aspectos que muchos desconocían. "Te acabas de pelear con Pablo o con alguna de tus hermanas y de repente tienes que sentarte a grabar", confesaba María ante el estreno de su documental, no ha sido fácil, "pero así son los realities". La serie cuenta con cuatro capítulos de 45 minutos cada uno con un viaje a la infancia de las Pombo a través de imágenes grabadas en VHS como hilo conductor y en la que 'Papín' se convierte en la indiscutible estrella.
"Mi padre era creativo, hacía publicidad, pero se quedó en paro durante tres años y luego abrió un restaurante y le va bien. Mi madre trabajaba, pero lo tuvo que dejar por su enfermedad. Nunca me ha faltado de nada, pero mi madre era mileurista y mi padre algo más", confesaba la influencer en su visita a 'La Resistencia'. Ahora gracias al documental podemos ver que su vida nunca ha sido del todo sencilla.El primer escenario de la serie es Almería, concretamente Agua Amarga, uno de los destinos vacacionales favoritos de la familia desde hace años junto a Cantabria. Durante el primer capítulo podemos ver a la familia disfrutando de unos días juntos en la tierra andaluza y hasta realizar tareas cotidianas en la lujosa villa en la que se alojan: limpiar los baños, hacer la comida, conversaciones íntimas... Nos muestran, uno a uno, a cada integrante de la familia: Víctor Pombo (alias 'Papín') y Teresa Ribó, padres de la familia, Lucía, la mayor de las hermanas, que está casada con Álvaro López Huerta, Marta, que está casada con Luis Zamalloa y tienen una hija, Matilda, y María y Pablo, que han formado una familia con sus dos hijos Martín y Vega. No se olvidan de la pequeña de la familia, Gabriela Toral, a quien consideran una hija más. Gabriela nació en su casa y es hija de Marcia, la empleada de hogar de la familia Pombo, pero es una pieza fundamental para las hermanas: "Es una hija más, a todos los efectos", confiesa 'Papín'.
"Somos muy dependientes los unos de los otros, nos necesitamos mucho", asegura María Pombo
Víctor Pombo y Teresa Ribó se casaron tras cinco años de relación y así empezó lo que hoy es un clan seguido por más de seis millones de personas en redes sociales. Gracias a su éxito en redes han conseguido llevar una vida soñada y nada "normal". María Pombo se ha construido una casa de lujo, Papín tiene su propio restaurante, Marta fundó 'Name the brand', toda la familia se está construyendo sendas viviendas vacacionales en Cantabria para pasar sus días libres, se dejan ver con sus dos Range Rovers, cuyo precio ronda los 100.000 euros, pasean a caballo, podemos verlos en yate... Además, el propio Víctor confiesa haber gastado "un dineral" en la educación de sus hijas. Bien es sabido por sus seguidores que las hermanas han estudiado varios años en Estados Unidos y Lucía Pombo estudió para convertirse en piloto de aviones comerciales, una carrera cuyo precio ronda entre los 60.000 y los 120.000 euros.
Pese a la insistencia de María Pombo en decir que es una "chica normal con una vida normal", lo cierto es que las Pombo pueden presumir de disfrutar de grandes lujos, aunque no toda su vida ha sido fácil. La 'influencer' no duda en sacar su lado más humano al contar al mundo cómo está viviendo su enfermedad, la esclerosis múltiple, una enfermedad que también tiene su madre, Teresa, a quien toda la familia admira.En el documental podemos ver el lado más humano de todo el clan, desde sus momentos de diversión, peleas entre hermanas, viajes familiares, la llegada de la pequeña de la familia... Los Pombo se desnudan al completo, incluyendo los momentos de tensión inevitable entre las parejas.