María Pombo, en la recta final de su embarazo, ha compartido un post muy especial en su perfil de Instagram donde la siguen 1,7 millones de usuarios. Una legión de seguidores que siempre vigila con atención cada una de sus publicaciones. Con tanto detalle observan los comentarios e imágenes que comparte en sus redes sociales que a veces le resulta agotadora la tarea de subir contenidos a Instagram.
La 'influencer' responde a las críticas: "Acaba siendo agotador"
Hace apenas unas horas, la 'instagrammer' subía un vídeo en el que ella y su marido, Pablo Castellano, colocaban la sillita de bebé en la que llevarán a su bebé (a punto de nacer) cuando se trasladen en su vehículo. En cuestión de segundos, la madrileña recibía un aluvión de comentarios indicando la manera correcta de ubicar la silla en el vehículo. Esto provocó que la joven respondiera, algo abrumada, tras leer tantas palabras criticando lo que estaba haciendo. "Ayer fue un momento de 'me relajo, me relajo', porque vida solo hay una", admitía. "Estábamos poniendo la sillita de Martín y evidentemente la estábamos poniendo a contramarcha. Se veía clarísimamente". María Pombo ha explicado que tiene mucho cuidado antes de compartir un post: "Lo miro 100.000 veces antes de subirlo". En el caso del vídeo de la silla de bebé, ha detallado: "No sabéis los cientos de mensajes que he recibido"."En todo lo que saco, da igual el qué, antes de que salgan garras… tengo que decir que la gran mayoría de la gente no o hace con mala intención o con ganas de fastidiar, pero es algo que acaba siendo agotador", reconocía.
María Pombo se ha sincerado y ha subrayado que ella, al igual que otras personas que se dedican profesionalmente a las redes sociales "dejamos de contar muchísimas cosas por esto". El efecto que provocan los usuarios dispuestos a emitir juicios sobre todo: "Son tantos mensajes iguales que al final acaba de ser más publicidad y menos contenido divertido. La gente está más susceptible, pero noto que dejamos de hacer cosas", ha destacado. En su caso le resultaría más sencilla su labor si hiciera caso omiso a los comentarios, pero se ve incapaz de obviar las opiniones de sus 'followers': "Es tan fácil como lo leer los comentarios o no leer los mensajes, pero es imposible, es inviable que yo no lea vuestros mensajes. Invierto más tiempo leyendo vuestros mensajes que haciéndome fotos... Es complicado".
La respuesta de María Pombo a las críticas ha sido tajante, pero también amable. A pesar del 'chaparrón' que le ha caído en Instagram no ha perdido la sonrisa ni las ganas de continuar con su trabajo. Ahora que está en la recta final de su embarazo, nada ni nadie puede quitarle la ilusión. La joven, de 26 años, espera la llegada de su primer hijo. Solo quedan unas semanas para ver su carita, así que está inmersa en los preparativos.