La 'influencer' lleva ya unas semanas instaladas en su nueva casa junto a su marido, Pablo Castellano, y no ha dudado en enseñar algunos de los rincones, donde vivirá su hijo Martín en unos meses cuando le den la bienvenida a su pequeño.
María Pombo y Pablo Castellano llevan ya unas semanas viviendo en su nuevo hogar. Desde que hicieran la mudanza, el matrimonio -que celebró el pasado 22 de junio su primera aniversario de boda-, ha vivido unos días en casa de los padres de la 'influencer', a la espera de que terminaran las obras de su espectacular nueva casa.Después de unos días de incertidumbre, en los que no sabían cuándo entrarían a vivir a su nueva casa, María y Pablo empezaban a llevar sus pertenencias a su hogar, donde precisamente vivirán con su hijo Martín. Fueron unos días muy duros, en los que justo confirmaban que esperaban su primer hijo en común, que nacerá a principios del año 2021.
Pues bien, una vez que ha pasado ya lo peor de una mudanza -el que ha hecho alguna sabe lo que supone-, el matrimonio ya está más que instalado en las paredes de su casoplón. Una casa que ha reformado la empresa de construcción de Pablo Castellano y que han decorado con mimo y cuidado. De hecho, todos los espacios del hogar son muy acogedores, haciendo la casa de lo más apetecible para vivir.Para las paredes han elegido el color blanco, que aunque es un color clásico, hace que las estancias se vean más limpias y espaciosas. Para las vigas de la casa han querido dar un toque más moderno y las han puesto de hierro y vistas. Esto hace que los blancos de las paredes se rompan con toques grises.
María y Pablo no pueden estar más felices en su nuevo hogar
Después de vivir en un piso pequeño en la capital, María Pombo se ha mudado a una casa de varias plantas. Antes siempre hablaba de la dificultad que tenía de meter toda su ropa en el armario, un problema que ha resuelto ya en su nuevo hogar. Y es que ya cuenta con una espectacular habitación con armarios y baldas para todas sus prendas y calzado.Para el suelo, la pareja ha elegido un parqué en tono beige claro, que combina a la perfección con las paredes y la decoración de la casa. De hecho, los tonos de los muebles y de los sofás es claro. El salón es muy amplio y han elegido para esta estancia unos sofás muy cómodos en color crema, mesa de centro baja de madera y la televisión en la pared, lo que les permite tener más espacio y tener bajo la pantalla plana una chimenea para el invierno frío de Madrid.De la casa llama la atención que han puesto un testero completo con armarios empotrados en color blanco. Rompe la monotonía del blanco los tiradores, de madera. La casa es muy luminosa por los ventanales que tiene. Para mantener la privacidad, María y Pablo han apostado por los estores en color blanco, como las parades.