El fallecimiento de María de Mora ha pillado por sorpresa a todos. La empresaria nos ha dejado, según ha podido saber SEMANA y será velada en el tanatorio de Tres Cantos, a las afueras de Madrid. Madre de un hijo, sufrió cáncer en varios momentos de su vida. De hecho, habló públicamente de hasta tres ocasiones. La primera cuando solo tenía 36 años, la segunda dos años después, siendo esa la más dura para ella, según contó en televisión. "Me quedé en silla de ruedas, me quedé casi ciega y sin uñas", aseguró. En aquel momento los tratamientos de quimioterapia eran mucho más agresivos.
María de Mora: "Pedí dos veces la eutanasia porque ya no podía más"
Años después, en el 2014, le diagnosticaron por tercera vez la misma enfermedad. Ahí decidió confesarse acerca de la pesadilla vivida durante su vida. "La primera vez solo me quitaron el pecho. Cuando ya estoy con la reconstrucción me vuelve otro cáncer y ahí lo pasé fatal. Los tratamientos en esa época eran horribles, tanto que me quedé en silla de ruedas, no veía. Estaba postrada en una cama, ni podía comer. Así estuve cuatro meses y luego empecé la recuperación. Tuve mucho miedo. Pedí dos veces la eutanasia porque no podía más", explicó en 'Sálvame'.
El catarro por el que pidió una biopsia
Este proceso fue muy duro para María de Mora, al igual que la muerte de su hermano, la cual coincidió con una de sus recaídas. "Falleció con 44 años. Mi madre también estaba muy malita", aseguró hace una década. En aquel entonces fue un catarro el que le advirtió de que algo no marchaba bien: "Tuve un derrame un pleural, pensé que era pulmonía mal curada. Hacía nada que me había hecho pruebas y todo estaba bien. A los tres meses me hicieron una biopsia. Me encontraba mal y le dije a mi hijo que sentía que la vida se me estaba yendo. Tenía ojeras y mi cara no era la misma. No me tocaron el pulmón, pero me vieron metástasis", contó.
Se reinventó y pasó a ser asesora estética
Durante el camino estuvo acompañada por su hijo, quien dejó todo para estar al lado de su madre, María de Mora. "Es todo para mí", dijo emocionada. Estaba ilusionada por vivir y es que tenía muchos sueños por cumplir. Dejó de organizar cenas entre empresarios poderosos y modelos para reinventarse en el mundo de la estética. De hecho, el pasado año fue noticia por haber comenzado a trabajar como asesora estética, mundo en el que parecía sentirse muy a gusto.
En sus redes sociales no solo presumía de nuevo trabajo. También había lugar para las despedidas, por ejemplo, para la de Mila Ximénez, cuya muerte provocó un gran vacío en ella. Aunque cuando ambas coincidieron en un plató de televisión protagonizaron más de una discusión, finalmente limaron asperezas. "Feliz viaje, Mila. Dejas un gran vacío", escribió.
Tuvo una fuerte amistad con colaboradores y pesos pesados de Mediaset. Kiko Matamoros y ella durante años tuvieron una estrecha relación, tanto es así que él fue su representante. No obstante, años más tarde la vida les distanció, prueba de ello que Kiko prefiriera no invitar a María de Mora a su enlace con Marta López Álamo. Él quiso dar explicaciones al respecto: "Le tengo mucho cariño, pero hay cosas que no me han gustado. Yo cuando quiero mucho a una persona procuro no tener relación con gente que sé que le ha hecho mucho daño. Y ya está". Unas palabras que ella dijo no entender y es que no sabía a quién se refería.
María de Mora vuelve a ser noticia tras su muerte. Fue víctima de una cámara oculta en la que se destapó la identidad de famosas que ejercían la prostitución, siendo ella la persona que ponía en contacto a rostros conocidos y gente de alto nivel adquisitivo. A partir de ese instante María se convirtió en una asidua en programas de televisión de Antena 3 o Telecinco, donde habló abiertamente sobre su papel. "Jamás les he cobrado a las chicas, porque eso sería un delito. Yo cobraba de mis clientes por presentarles chicas para ir a cenar, pero nunca de ellas. Jamás les dije que tenían que acostarse con nadie", espetó.