Tres años después de su separación, la malagueña ha devuelto al colaborador sus máquinas para hacer deporte.
Este lunes, Makoke ha hecho realidad uno de los principales deseos de Kiko Matamoros desde que se separaron. La malagueña ha vaciado por completo el gimnasio que tenía en la casa donde vive, y que compartía con el colaborador de 'Sálvame', para devolver a su ex todos sus aparatos para hacer deporte.
"Se llevan el gym", anuncia la colaboradora
Desde que puso fin a la andaluza, el madrileño llevaba tres años reclamando recuperar sus pertenencias. Le ha costado súplicas e infinidad de peticiones públicas. Pero por fin lo ha conseguido y Makoke ha accedido a desmantelar el gym de su hogar en la exclusiva urbanización La Finca. Ella misma ha sido la encargada de anunciar la noticia. "Se llevan el gym", dice a través de Stories en su cuenta de Instagram. De paso, lanza un mensaje que dejar caer que está abierta a la posibilidad de que una firma de aparatología deportiva redecore esta estancia de su casa, que ahora queda completamente desierta: "Me queda toda esta sala vacía en casa".
Sus palabras suenan a clara indirecta para marcas dispuestas a aprovechar el tirón mediático de su imagen como personaje público para promocionar sus bienes o servicios. ¿Hay alguna empresa dispuesta a ponerle un gimnasio gratis a cambio de promoción en las redes sociales? Seguro que sí. Consciente de su potencial como 'instagrammer', Makoke lo ha puesto en bandeja. Tiene espacio de sobra y una suculenta cuenta de Instagram que es seguida por 355.000 'followers'. Así que si cae la breva, sería genial para ella. Así podría seguir entrenando a diario. Que ella es una adicta al deporte y ahora que se queda sin máquinas para hacer 'fitness' la cosa se complica...
Makoke no sabe qué hacer con el espacio disponible
De momento, Makoke no descarta ocupar los metros disponibles de su antiguo gimnasio en otros posibles usos destinados al ocio doméstico. "He pensado en una sala de cine, en un espacio chillo out, otro gym. ¿Me dais ideas?", señala. Lo que parece claro que es las máquinas que ya están fuera de su vivienda irán a parar al palacete del siglo XVIII al que Kiko Matamoros se ha mudado con su novia, Marta López.
Ahora bien, aunque su gimnasio esté ahora completamente desierto, Makoke ya ha llenado el espacio con una presencia muy especial: la de su entrenador personal, Alex Ghita, un coach físico que ha creado su propio método de entrenamiento y que entre su clientela cuenta con numerosos personajes conocidos.