Maite Galdeano es polémica y deslenguada, su fuerte carácter es fruto de una vida difícil desde pequeña. Anima a las demás mujeres a luchar contra el maltrato y se desvive por su hija Sofía Suescun, su todo. Por ella saca las garras siempre que es necesario. También ahora cuando la joven acaba de protagonizar un grave altercado con la Policía de Marbella que ha terminado con su novio, Kiko Jiménez pasando la noche en el calabozo.
Maite Galdeano habla de la polémica que rodea a su hija y a Kiko
¿Cómo estás tras conocer lo ocurrido con Kiko y tu hija en un control policial?
Yo no quiero hablar más de la cuenta, pero lo que sí te digo es que confío en la Ley y en mi hija. Con los demás no sé lo que puede pasar ni puedo decir nada sobre ellos porque no estaba presente. Pero yo siempre voy a dar la cara por mi hija, en las duras y en las maduras. Siempre, toda la vida.
¿También por Kiko?
Para dar la cara por Kiko u otra persona tengo que conocer lo que ha pasado y verlo con mis propios ojos. Mi hija me lo puede contar y yo, por supuesto, confío en ella y en Kiko. Me lo cuentan y me lo creo pero me gusta siempre, antes de hablar, escuchar a la otra parte. Es entonces cuando doy mi opinión.
¿Estás preocupada?
No, porque conozco a mi hija perfectamente y ella nunca miente. Sofía puede estar en otro país o donde sea que yo puedo estar tranquilamente durmiendo porque sé que mi hija lo está haciendo todo genial. Ella va siempre sobria, no ebria.
Dices que conoces a tu hija perfectamente, y ¿a ti? ¿Crees que se te conoce realmente?
No. La gente tiene una visión mía de la tele que me han querido poner y no tiene nada que ver con lo que soy. Yo entré en la tele muy loca y sin saber lo que era. Te van dando una de cal y otra de arena y acaban haciendo de ti un personaje que no eres tú.
¿La vida te ha hecho fuerte?
Yo tengo mis sentimientos y mis valores. Soy muy luchadora, siempre positiva, muy fuerte en todos mis pensamientos y en lo que hago. Lo que me propongo, lo termino consiguiendo. Y la vida me ha hecho fuerte, por supuesto. En mi casa me enseñaron la educación fuerte, los valores de la vida, a saber valorarse uno y a no olvidar de dónde vienes, a ser luchadora en el camino. Esa rectitud me la enseñó sobre todo mi padre. Era un hombre de muchos principios.
¿Cómo fue tu infancia?
La Maite pequeñita era muy mona e iba a lo suyo, estaba a sus estudios y a sus cosas. Yo quería ser actriz, pero en mi casa llevamos en la sangre lo del autobús. Mi padre creó la empresa Cotup, la primera empresa de Pamplona de autobuses urbanos. Yo fui la única mujer conductora en Pamplona y salí hasta en los periódicos. Mi madre era la típica ama de casa con cuatro hijos más otros dos que le quitaron.
¿Cómo?, ¿Tienes otros hermanos robados?
Los quiero encontrar. Mi madre tuvo seis y los dos primeros se los llevaron. Se dio cuenta de que se los robaron. Yo he sacado papeles de los Juzgados de Pamplona y un montón de cosas. Ahora están llevando el caso.
¿Tu fuerte carácter es debido también a que no has tenido las cosas fáciles?
Mi vida ha sido muy dura porque, como te he contado, teníamos un padre muy duro con unas ideas demasiado rectas. Me cuesta hablar porque es un recuerdo doloroso que tengo en el alma. Mi madre se callaba ante todo porque no podía hablar. Tenía miedo a mi padre. Ella se pasó la vida tomando pastillas y a los 60 años empezó con Alzheimer. Ha tenido una vida penosa.
También sufriste con el padre de tus hijos.
Si a mi padre le molestaba algo, se quitaba la correa y nos daba con el cinto, pero me quedo con las cosas buenas de él y lo amo. Y de un padre que nos pegaba, pasé a mi pareja. A los 16 años me quedé embarazada de un chaval que también me agredía y casi me mata. Estuve al borde del abismo. Salió en todos los periódicos de Pamplona. Acabé en el hospital y la policía me llevó a Mujeres Maltratadas. Empezó mi vida nueva, pero en ese momento yo estaba anulada.
¿Qué pasó exactamente con tu expareja?
Él solía venir por las noches en condiciones nefastas y yo le recriminaba el mal ejemplo que estaba dando a sus hijos. Era entonces cuando volaban los cuchillos, las tijeras, puñetazos y de todo. Cuento esto porque cada día hay casos de estos. Mi mensaje es que, por favor, se separen y denuncien. Que no tengan miedo, que una mujer vale para todo y más. Una vez que se deja a una persona así, entra mucha fuerza. Hay que cortar eso de raíz.
¿Qué tal está la relación con tu hijo?
Esto sería largo de hablar. Cristian es muy diferente a mi hija Sofía. Sé que hay una pregunta en el aire que dice que por qué dejé a mi hijo con su padre si era tan malo. Pues no te lo voy a contestar. Existen unos motivos muy fuertes. Me dio mucha pena esa situación, pero hice lo correcto. Ahora tenemos relación, pero es un tanto fría. Sofía se ha acercado a él porque son hermanos, pero no se han criado juntos y el roce hace el cariño. Apenas se conocen pero tiene la afinidad de que son hermanos.
¿Qué es tu hija para ti?
Ella es mi respiración, mis arterias, mi sangre, mi cerebro, es todo. Seguimos unidas por el cordón umbilical y nadie lo va a cortar jamás. Nos entendemos muy bien, nos amamos intensamente. Cuando critican a mi hija me duele mucho, pero paso de los comentarios de la gente bajuna, de los que nos tienen envidia. Hay gente a los que caemos mal, pero paso de ellos.
Dicen que es una chica ambiciosa por lo que has podido inculcarle.
Le he inculcado unos valores de que la vida es dura y hay que luchar. Mi hija lo sabe y es demasiado autoexigente. El serlo va contra la salud de una persona y se lo advierto a mi hija. Le da muchas vueltas a la cabeza para todo.
No te ha gustado ninguna pareja de tu hija. ¿Estás preparada para que llegue y para ser abuela?
Pues no, ninguno me ha gustado. Aún no ha escogido al hombre del futuro y no me da miedo que llegue. Quien se enamore de ella, que se compre su casa él solito y mi hija cuando le apetezca, irá. Cuando riñan o se separen, porque las relaciones de hoy en día son un desastre, volverá con su madre a la casita tan bonita que Sofía ha comprado en Madrid. Y me encantaría tener un nieto para criarlo yo. Seré una abuela cañón porque cada día estoy mejor (risas).
Ahora está con Kiko, el ex de Gloria Camila, ¿tampoco te gusta?
Mi hija está buenísima, es guapísima , enamora, como su madre, a todo el mundo. ¡Y por qué no va a gustarme Kiko! Es guapísimo también, es un morenazo. Son compañeros de trabajo y dos pibonazos. Que disfruten.
Para ella, ¿qué significas tú?
El todo, no tenemos secretos. Siempre ha sido así desde pequeña. Incluso hablamos de sexo. No entiendo que haya que tener vergüenza. Además, soy su criada favorita y me encanta ese papel.
¿Y qué pasa con el amor para Maite?
Yo no dejo que se arrimen los hombres. Desde que entré en la tele, no me fío de qué intereses pueden tener. Jorge Javier me dice que no puedo andar así, pero no encuentro el momento de fiarme. Mi pareja ideal tendría que tener un sexto sentido como yo, mi mismo sentido del humor, porque para mí es primordial que me haga reír un montón, y que no venga solo para acostarse conmigo.
¿Cómo van tus problemas de salud?
No los he superado porque siguen en mi cuerpo y me duele todo el día. No sólo tengo fibromialgia, también tengo un pack de enfermedades graves y estoy siempre en riesgo de trombosis. Lo que pasa es que lo sé sobrellevar. Tengo la incapacidad y con toda mi energía es difícil. Ahora me gustaría entrar en una serie. La que se avecina me vendría como anillo al dedo. A partir de septiembre me quiero preparar para ser una buena actriz.
¿Qué le preguntarías a quien interpretara el futuro en los posos que ha dejado tu café?
Le preguntaría si voy a vivir hasta los cien años. Vivirlos es lo que quiero.