El pasado jueves 22 de septiembre, Lydia Lozano entraba temerosa al hospital para ser operada de la espalda, concretamente de las vértebras. Primero acudió a urgencias aquejada de un fuerte dolor, donde le confirmaron que la octava vértebra se había fracturado y estaba afectado a la séptima, motivo por el cual debía entrar en el quirófano para ser intervenida en una operación muy delicada. Ella tenía mucho miedo, motivo por el cual lloraba desconsolada a la entrada del centro médico. Al final la operación fue un éxito, pero la colaboradora de ‘Sálvame’ continúa llorando a lágrima viva.
La periodista es incapaz de controlar las emociones en este delicado momento por el cual le ha tocado vivir. Tres días después de su intervención quirúrgica, Lydia Lozano ha vuelto a ponerse frente a las cámaras para responder a las preguntas de los reporteros sobre su estado de salud. Lo hace desde la puerta de su casa en pleno proceso de recuperación, el cual le tiene las emociones a flor de piel. Así, no pudo evitar romperse cuando salía a pasear la hora diaria que los médicos le han recomendado, instante en el que fue interceptada por los compañeros de su amiga María Patiño, los reporteros de ‘Socialité’.
“Sabes que soy muy coqueta y me he pintado los labios y un poco de colorete”, decía simpática, decía divertida Lydia Lozano antes de comenzar a narrar el calvario que está viviendo desde que tuviese que pasar por quirófano para una operación tan delicada como la suya en las vértebras: “Tengo todos los dolores del mundo, llevo como una serpiente de hierro en la espalda, que tengo que llevar menos cuando me meto en la cama. Tengo un dolor horroroso y cuidándome la osteoporosis”, relata con crudeza la periodista, que no es capaz de controlar la emoción que entrecorta su voz.
Lydia Lozano reconoce que lo está pasando especialmente mal, aunque la operación de espalda ha resultado ser un éxito: “Estoy destrozada, no me puedo ni mover. Es que me duele mogollón desde lo del radio. Yo que soy tan activa, verme así. Ayer no me podía poner el sujetador, estoy hecha una mierda”, añade la colaboradora de ‘Sálvame’, que detalla que los médicos le dijeron que “tenía tres vértebras pegadas” y que el postoperatorio está suponiendo un calvario difícil de aguantar: “Me he dormido a las cinco de la mañana por el dolor, te ves muy inútil”, asegura con voz temblorosa al explicar lo duro que está resultando para ella la rehabilitación tras su intervención en la espalda, que la mantendrá alejada de los platós durante las próximas semanas.