A finales de los años 60 la crónica social de nuestro país se vio sacudida por un escándalo con mayúsculas. Un culebrón sentimental en toda regla con los mejores ingredientes: amor, pasión, infidelidad, relaciones prohibidas y hasta amenazas de muerte.
¿Los protagonistas? Nada más y nada menos que Luis Miguel Dominguín y Lucía Bosé, su mujer de entonces, con una tercera en discordia: Mariví Dominguín, una prima del torero que todavía no era mayor de edad, y que había comenzado una relación sentimental con el diestro.
Se acaban de cumplir 30 años de la muerte de Mariví, a consecuencia de un cáncer genital. Una figura hoy olvidada, pero que fue protagonista durante años de muchas páginas del corazón.
"Brujita, como nos descubran, nos matan". Las palabras del torero a su prima y amante no pudieron ser más premonitorias. Lucía Bosé, una mujer de rompe y rasga con un gran temperamento, casi cumplió la profecía al presentarse en Villa Paz, la finca familiar en Cuenca, cuando los rumores de la relación entre Luis Miguel y Mariví ya eran un secreto a voces. La italiana (como la llamaba el diestro) quería pillar infraganti a su adúltero marido y su amante.
Lucía Bosé con una escopeta y la casa en llamas
Fue en la Nochevieja de 1967, cuando acompañada por sus tres hijos y la tata Reme (la persona que cuidaba a los niños) llegó a la casa, donde la pareja daba una fiesta, con una escopeta en la mano.
El escándalo fue monumental y casi termina en tragedia, con la casa en llamas (exactamente el torreón donde se encontraba la habitación de la pareja).
Miguel Bosé relata así la escena en su libro El hijo del Capitán Trueno: "Ahora mismo voy a entrar y voy a meterle fuego a la casa para que ardan todas esas zorras y esas traidoras. Yo no me voy de aquí hasta que no salga la puta de tu prima por la puerta de mi casa o te pego un tiro. Serás muy torero, pero no tienes cojones para echarme de aquí, cobarde", le dijo Lucía al torero... Y de golpe al torero se le fue la sangre a la yugular y levantó la mano como el rayo con la peor de las intenciones ‘no, papá. Le grité empujándole. No te atrevas a tocar a mamá o te mato’. Miguelito no quiso marcharse sin echar una última ojeada por el cristal trasero del coche para despedirse de su amado paraíso hasta el próximo año y de golpe la vio arder. Estaba en llamas".
Sin embargo, su hermana Lucía aseguró que, aunque lo que contaba el cantante en su libro era una historia real, lo había novelado para darle algo más de dramatismo, ya que su madre jamás había hablado así, ni utilizaba esas palabras.
Atractivos, exitosos, y con personalidades explosivas, formaron la pareja más glamurosa de la España de los años 50 y 60, pero en 1968 Luis Miguel Dominguín y Lucía Bosé se separaron.
El torero y Mariví siguieron con su amor, pero ya sin esconderse y provocando un gran escándalo, debido al parentesco y la edad de ella: "Fue un amor de novela prohibida. Luis Miguel me llamaba su poupée (muñeca). Me llevaba a las cacerías de Franco, éramos la única pareja ilegítima a la que admitían. El Caudillo se acercaba y siempre nos preguntaba: ‘¿Ya han ido ustedes a misa?", contó Mariví.
Mariví Dominguín, rechazada por la sociedad de la época
En la España tan machista de la época, Mariví fue mucho más criticada que el torero por este amor y sufrió el desprecio de una sociedad que nunca terminó de aceptar su romance. Además, tuvieron que enfrentarse juntos a la justicia por su amor.
En octubre de 1970, un reportaje de la pareja en la portada de la ya desaparecida revista Garbo desató un nuevo escándalo. Mariví aparecía ataviada con un biquini, sentada sobre el torero, besándolo y en otras actitudes muy cariñosas. Fueron denunciados por escándalo público y multados con 100.000 pesetas (600 euros). Ellos se defendieron en el juico alegando que Mariví le estaba quitando espinillas en su espalda, y finalmente, seis años después, fueron absueltos por la Audiencia Provincial de Barcelona.
Mariví Dominguín, la persona más odiada por los tres hijos del torero
Aunque fueron muchas las infidelidades de Luis Miguel Dominguín durante su matrimonio, Mariví Dominguín fue la persona que más odiaron los tres hijos del torero. "Demonio, mala gente, envidiosa, falsa, lagarta, bruja", así la retrata Miguel Bosé, quien afirma: "Lo que más le dolió a mi madre es que ella prácticamente la había criado”.
Mientras que su hermana Lucía ha asegurado: "De pequeña yo pensaba de ella lo peor de lo peor porque nos había quitado a nuestro padre".
Y Paola recuerda que lo que más hizo sufrir a su madre fue que "todo el mundo lo sabía y ella fue la última en enterarse. Además, mi madre cuidó a Marivi de pequeña, participó en su educación. Fue algo muy feo".
Los inicios de la relación de Luis Miguel y Mariví Dominguín
Mariví, cuyo verdadero nombre era Ana María, nació en Palma de Mallorca, donde su padre, que era militar, estaba destinado. Cuando era pequeña, su progenitor recibió la oferta de Luis Miguel Dominguín para hacerse cargo de su finca Villa Paz, de Cuenca. Allí, el atractivo torero, al que ella llamaba cariñosamente ‘tío Luis Miguel’, se encargó de su educación, como también lo hizo su mujer, Lucía Bosé.
Tras unos años estudiando fuera de España, con 15 regresó a la finca de los padres de Miguel Bosé, convertida en una atractiva jovencita: "Me sorprendió que mi tío Luis Miguel estuviese más pendiente de mí que nunca. Me llamaba constantemente, y, después, venía mucho a verme a casa de mis padres cuando ellos se trasladaron a Madrid y yo vivía con ellos. Llegó un momento en que me sentí como ahogada y pensé que lo mejor que podía hacer era casarme y quitarme de en medio", aseguró Mariví en unas memorias en la revista SEMANA.
Con 16 años se casó, pero a la vuelta del viaje de novios comenzó a verse a escondidas con Luis Miguel.
La polémica separación del torero y su prima
La escandalosa historia llegó a su fin en 1971. Mariví se quedó embarazada y el torero la echó de casa asegurando que ese niño no era suyo. Aunque ella siempre adjudicó la paternidad de su único hijo, nacido en noviembre de 1971, al torero, otros rumores aseguraban que el padre era un importante financiero del que nunca se desveló la identidad.
La propia Mariví contaba así en SEMANA la separación: "La cosa comenzó a enfriarse y un buen día se acabó. Separarme para mí fue súper duro".
Años después se casó con el doctor Adolfo Abril, del que se separó cuando se enteró que tenía una relación con Tita Thyssen. También vivió un romance en los años 80 con Augusto Algueró, un hombre al que calificó de muy romántico y con el que había tenido mucho contacto durante su relación con el torero, ya que la pareja era muy amiga del matrimonio formado por Augusto Algueró y Carmen Sevilla.
Mariví falleció el 28 de diciembre de 1994, tras una vida apasionante y apasionada.