Lucía Rivera se ha convertido en una de las protagonistas de la actualidad. Justo acaba de publicar su primer libro, 'Nada es lo que parece', donde cuenta aspectos íntimos de su vida fuera de las pasarelas. En uno de los capítulos desvela, además, cómo es fue su relación con Eva González: «Sé que al principio y a su manera, mi padre luchó por mí. Y como era de esperar, rehízo su vida con una mujer, quien al principio, para mi disgusto, solo disimuló su desagrado hacia mí». En otro de los capítulos da un paso más y se atreve a hablar de algunas de sus relaciones sentimentales.La modelo abre su corazón y hace mención al maltrato físico y psicológico que recibió por parte de una de sus parejas. Este controlaba cada uno de los pasos de Lucía Rivera, también la ropa que se ponía, los mensajes que recibía en el teléfono móvil. También le prohibía quedar con su grupo de amigas: "Se presentaba en la puerta de mi casa, aparecía gritando, buscaba a hombres dentro del armario pensando que le engañaba y me gritaba hasta que le daba el móvil".
La joven modelo habla de algunos episodios duros de su vida
Después de salir de esta relación, Lucía Rivera empezó a salir con otro chico. Una relación que tampoco fue sana porque la maltrataba: "La primera vez ni siquiera la recuerdo bien porque fueron muchas, cada vez más. Siempre lo excusaba achacando a las drogas y entendí que esa era una manera normal de relacionarse, que yo sería capaz de hacerle cambiar".
No duda en desvelar los momentos por los que pasó: "Recuerdo sus ojos, fuera de sus órbitas, ensangrentados con rabia y el ceño fruncido mirándome fijamente mientras exclamaba todo tipo de amenazas... sentía una especie de muerte dentro de mí, tenía moratones hasta en las orejas y no, nunca se me pasó por la cabeza tomar medidas legales", termina diciendo la joven en su publicación.
Su relación con Eva González
En su obra, la
influencer abarca el tema de cómo le influyó la relación de su padre con Eva González. Lucía, a quien Cayetano Rivera adoptó durante su relación con la actriz
Blanca Romero, cree que esta nunca llegó a aceptarla del todo. La situación mejoró un poco tras el nacimiento de su hermanastro,
Cayetano Jr. «Aparecí con una caja de regalos que compré en un bazar cuando fui a conocerle recién nacido. No era un gran regalo porque no tenía un duro, pero lo importante es el detalle», detalla. «Aunque he crecido encerrada en el qué dirán,
he comprendido que todos, hasta la ya exmujer de mi padre, de la que incomprensiblemente me habría gustado recibir alguna migaja de cariño, lo han hecho lo mejor que han podido», recuerda. Lucía Rivera destapa en su libro que
empezó a fumar marihuana para olvidarse de esa rama de su familia y huir de la prensa del corazón. La joven recuerda sus años de juventud como una etapa convulsa. Incluso se describe a sí misma como a una «adolescente rebelde».