Lucía Rivera ha pasado unos días increíbles. Ha aprovechado la Semana Santa para disfrutar de unas vacaciones en casa. La modelo ha estado acompañada de su familia, pero también de su nuevo novio, con el que no ha dudado en compartir imágenes. Y es que con este paso confirma lo que sus seguidores llevan meses esperando. Lucía está enamorada de Ignacio Méndez-Navia Fernández, jugador de fútbol que actualmente está en las filas del Real Sporting de Gijón.
La joven ha estado estos días de vacaciones junto a él y han conseguido desconectar de sus respectivas agendas haciendo planes en pareja. Ha sido tal la desconexión que no ha dudado en presentar a su chico en su perfil de Instagram. Y sus rostros lo dicen todo. Lucía y su chico posan sonrientes y muy enamorados mientras disfrutan de un día increíble, a juzgar por la luz de la instantánea. Lucía junto a una de las imágenes ha escrito un corazón blanco y un brazo como haciendo fuerza.
Lucía Rivera presenta a su nuevo novio en redes sociales
La pareja ha tenido tiempo para hacer escapadas a la montaña y así respirar aire limpio antes de tener que volver a Madrid para seguir cumpliendo con sus compromisos profesionales. "Casa", escribía ella, agradecida por poder haber pasado las vacaciones de Semana Santa en su tierra, donde precisamente vive su chico.Han paseado por los acantilados dados de la mano, momentos en los que han conversado y en los que también se han dado muestras de cariño. Después de este espectacular paseo, Lucía Rivera dejaba ver que no podía volver a la capital española sin disfrutar de una fabada asturiana.
Paseos por los acantilados con besos incluidos
Ignacio Méndez-Navia Fernández está ya de lo más integrado en la familia de Lucía Rivera. Tanto es así que la hija de Blanca Romero quiso pasar la tarde con su hermano pequeño y su chico le acompañó. La modelo compartió una imagen de esta merienda tan animada, en la que se puede ver al pequeño disfrutar de un gofre con chocolate mientras el novio de su hermana lo mira con ternura.
Su chico está totalmente integrado en la familia de Lucía
Lucía Rivera está viviendo una de las etapas más increíbles de su vida. En el terreno profesional goza de éxito y en el personal, no puede esconder su felicidad, que tiene como uno de los responsables a su pareja. Lo cierto es que tanto él como su familia están siendo el refugio para ella cuando ha tenido que superar algunos problemas relacionados con la salud mental, de los que habló hace unas semanas abiertamente.La modelo confesó confesado los problemas de salud mental que tiene desde hace un tiempo y no htuvo miedo a confesarlos en un artículo que ha sido muy aplaudido. «Tenemos tanta información que nuestros problemas pasan a un segundo plano para poder sobrevivir en un mundo tan rápido que poco a poco nos va trastornando», empezaba diciendo Lucía.
Lucía Rivera ha sufrido ansiedad desde que era pequeña
Lucía Rivera quiso confesar que la ansiedad ha estado presente en su vida desde muy pequeña. Esto le hizo acostumbrarse a ella, convivir con ella. No le hacía caso porque además de no reconocerla, no tenía tiempo para darse cuenta de que la sufría. Meterte en la vorágine de trabajo hizo que no diera cuenta de que la sufría hasta que un día se dio cuenta y dio el paso definitivo.«Mi cerebro me estaba diciendo: ‘¡basta, dame un respiro!’. Es importante hacer caso a esas señales», decía ella misma. Lucía Rivera fue capaz de reconocer que no estaba bien, que estaba pasando un momento difícil, en la que la depresión y la ansiedad estaba presente. Y tuvo la suerte de reconocerla a tiempo y parar de hacer las cosas como las estaba haciendo hasta ahora.Y no hay nada como contar con ayuda profesional para salir de esta etapa complicada. De hecho, aprovechó la ocasión para lanzar un mensaje rotundo para que se deje de ver como algo malo visitar a un psicólogo o a un psiquiatra. La importante de tener una buena salud mental es clave para otras muchas cosas: «El cerebro es lo más importante en nuestro cuerpo, incluso hay estudios que certifican que, si nuestro cerebro está mal, no solo sufrimos nosotros, sufre nuestro cuerpo y también nuestro sistema inmunitario».