Lleva varios años sin conceder entrevistas, pero Albert Rivera ha querido volver a la televisión coincidiendo con el día de su cumpleaños para celebrarlo con los reporteros de '100% Únicos', un programa en el que rostros conocidos de diferentes ámbitos se enfrentan a una conversación muy humana y sincera con "reporteros únicos" que tienen TEA (Trastorno del Espectro Autista). Allí reveló anécdotas hasta ahora desconocidas y habló de diversos momentos de su vida, tanto profesional como personal, dando algunos detalles de su relación con Malú así como de los momentos que han marcado su vida en lo bueno y en lo malo.
Uno de esos momentos más duros para Albert fue la muerte de su padre, que falleció de manera repentina el pasado mes de agosto. "Yo estaba conduciendo, de camino a Cádiz, en el coche con mi hija mayor cuando me enteré. Me llamó mi madre y de golpe me lo dijo, e iba conduciendo. Fue, la verdad, un shock, porque tuve que parar el coche en un arcén, meterme en un área de servicio. Mi padre estaba bien. Fue de manera repentina, relativamente joven, sin que te lo esperes, pues fue muy chocante”, confesaba.
El que fue líder de Ciudadanos también recordaba, emocionado, el último día que pasó con su padre, una jornada de verano en Málaga: “Tuve suerte, porque unos días antes tenía libre y, sin tenerlo previsto, me bajé a Málaga. Y pasé uno de los días más bonitos de mi vida. El último día que vi a mi padre estuvimos navegando, en un chiringuito, recorriendo calitas, que le gustaba mucho el mar, y me llevó al aeropuerto, mantuvimos una conversación mucho más emocional de lo habitual con mi padre. Y me dio un abrazo. El último recuerdo que tengo de mi padre es un abrazo en el aeropuerto después de haber pasado un día estupendo en el mar”.
Pero no ha sido el único momento que marcó su vida, y es que en su infancia Albert vivió dos episodios muy dolorosos:
la muerte de dos de sus tíos. "Dos tíos, hermanos de mi padre, murieron muy jóvenes. Uno, Alberto, murió de sida, fue de los primeros casos y no sabíamos ni qué era... No me pude despedir como me gustaría. Fue muy duro perder a un tío que me cuidaba mucho y era como mi tío favorito, convivíamos juntos. Mi otro tío, Miguel, cayó en las drogas y terminó suicidándose.
Esas dos vivencias te marcan mucho", desvelaba.
Pese a esos duros momentos, Albert Rivera tiene claro que "
la vida tiene que continuar a pesar de las pérdidas, cuando yo competía en natación siempre me ponía una canción de Queen que dice eso, 'The show must go on", contaba emocionado el ex político.
A pesar de eso, Albert recuerda su infancia con mucho cariño gracias a que convivió de forma muy cercana con todos sus primos y tíos: "Soy hijo único pero no me lo considero, siempre estábamos juntos. Teníamos una masía antigua en la que vivíamos en tribu toda la familia de viernes a domingo. Esos son mis mejores recuerdos".