Lolita Flores estaba más que acostumbrada a que su madre, Lola Flores, presumiera de hijos. Era un clásico entrevistar a La Faraona y que a las primeras de cambio alabara las virtudes artísticas (evidentes) de Lolita, Rosario y Antonio. Ahora está ella en ese papel, el de madre de artistas.
Lolita Flores tiene motivos más que evidentes para sentirse muy orgullosa de sus hijos, Elena y Guillermo.
A Lolita Flores le han salido los hijos buenos. Es un hecho. No le han dado ningún disgusto de manera pública, no se han metido en relaciones complicadas ni han dado pasos en falso. Y no se trata del cinismo de los que guardan las apariencias, la eterna contradicción entre ser y parecer.No se puede documentar en ninguna hemeroteca que Guillermo o Elena hayan protagonizado algún episodio salido de tono. Tampoco en las redes sociales, que son el 'gran hermano' de la Humanidad, el foro donde los desalmados pueden volcar sus insultos, calumnias e infundios.
Elena Furiase lleva muchos años intentando abrirse camino como actor.
No es fácil tener en estos tiempos una imagen 'blanca', esa expresión tan manida para hablar de los programas de televisión que se alejan de los temas escabrosos. Guillermo y Elena lo han conseguido. El hijo de Lolita tiene su grupo musical, Albha, pero en ningún momento ha tirado de apellido para darse notoriedad. Su hija optó por el Furiase para su nombre artístico, lo que, en cierta medida, supone también una declaración de intenciones. Sin renegar en ningún caso del Flores, del que se sienten muy orgullosos, como su prima Alba, una actriz con cualidades excepcionales.
Elena Furiase es la más popular de los dos hijos de Lolita, desde que arrasara en 'El internado', en Antena 3.
No pondré aquí ejemplos evidentes de hijos de famosos que han decidido tirar de linaje, en algunos casos no del mejor, más bien de calaña, para lograr su momento de fama. Todos sabemos de quiénes hablamos.Guillermo y Elena, sin embargo, no han elegido el camino más fácil. Sus ambiciones van por otro lado, algo que yo aplaudo. Porque se puede ser personaje público, compartir tu vida privada, hablar de ella con naturalidad y no caer en la vulgaridad o en lo directamente impresentable. Y seguir trabajando, que es el mayor éxito que se puede tener, al margen de la notoriedad.Así que os aplaudo a los dos. ¡Enhorabuena!