Batalla perdida. A pesar de que Los Franco estaban convencidos de que el Pazo de Meirás era de su propiedad, este miércoles se ha conocido que El Juzgado de Primera Instancia número 1 de La Coruña ha condenado a la familia Franco a devolver este pazo señorial situado en el término municipal de Sad y, además, no serán indemnizados por los gastos a los que han hecho frente para su mantenimiento durante todos estos años. Si bien ha sido un largo proceso judicial, parece que esta historia está más cerca de llegar a su fin.
La magistrada encargada del asunto ha declarado en la sentencia que la donación efectuada" en el año 1938 se hizo al autoproclamado jefe del Estado, Francisco Franco Bahamonde, carece del requisito esencial de forma». Asegura que este inmueble se regaló al jefe de Estado y no al dictador a título personal y así concluyen en el documento. "Su nombre era Francisco Franco Bahamonde, pero no se le regala a él por sí mismo, sino al jefe del Estado. Las alegaciones de los demandados en relación a la intención de las vendedoras, que querían que el pazo se regalase a Franco a título personal, no se comparten", apuntan.
En este largo procedimiento, tanto la Xunta de Galicia, el Concello de Sada, el de A Coruña y la Diputación Provincial han defendido la postura de la Abogacía del Estado, mientras que como demandados constan seis familiares de Francisco Franco así como una sociedad limitada. Un varapalo que quizás para ellos era inesperado y que se ha hecho público este miércoles en una sentencia de más de 400 páginas. En ella, relatan también la compraventa que tuvo lugar en el año 1941 y su posterior inscripción en el Registro. No obstante, la magistrada no apoya la argumentación que en su momento dieron los demandados y llega a calificar esa transacción de una ficción llevada a cabo «con el solo objeto de poner el bien a su nombre».
«Ninguna operación subyace entre las partes que se disimule a los efectos que defienden los demandados. El Pazo de Meirás se había entregado a la Junta Pro Pazo del Caudillo en la primavera de 1938, comprado en escritura pública por la Junta el 5 de agosto de 1938 y la Junta Pro Pazo hizo entrega formal al caudillo el 5 de diciembre de 1938. El 24 de mayo de 1941 no se entrega a Franco el pazo y Franco nada paga. La vendedora ya había vendido. La reservista [Manuela Esteban Collantes y Sandoval] ya había renunciado a su derecho. Franco nada compra», insisten en el escrito. Los gastos no serán compensados tampoco de modo alguno, ya que esta considera que esta propiedad se incorporó al patrimonio de la familia Franco "de mala fe". Por el momento, la familia no se ha pronunciado al respecto.
En el pasado intentaron venderlo por 8 millones de euros, aunque luego fue retirado de la venta pública. Eso sí, no ha sido la única propiedad de la que han querido deshacerse en los últimos meses. La familia Franco puso a la venta el palacete de la Piniella, en Llanera, con un precio de salida de 3 millones de euros. Con 7 habitaciones, capilla, seis baños y un amplísimo terreno de 30 hectáreas, este palacio perteneció a la familia de Carmen Polo, esposa de Franco, años atrás.