Isabel Pantoja ha hecho de su reparación en la televisión un momento que ya pasará a la historia de la pequeña pantalla. De riguroso luto y peinada con su ya inconfundible coleta de caballo, la artista ha sido la primera invitada a la nueva temporada de 'El Hormiguero'. Su regreso está marcado por una estrategia de su equipo de comunicación de cara a 'lavar' su imagen pública. No es casualidad que, para ello, haya elegido la cadena insignia de Atresmedia, principal competencia de Telecinco, y los platós del formato presentado por Pablo Motos. En una entrevista amable, la tonadillera se ha despachado a gusto sobre todo lo rodea a su carrera. Aunque ha evitado ser preguntada (y responder) a cualquier tema polémico personal de su vida (pactado con anterioridad, evidentemente), no ha dudado en lanzar unos cuantos dardos envenenados a quienes hayan querido entenderlos.
Isabel Pantoja se confiesa: "Han sido años muy duros. No ha sido fácil"
La cantante aparecía vestida de pies a cabeza de negro y lo primero que ha hecho es fundirse en un largo abrazo con Motos. Es la segunda vez que acude al formato de Antena3. La primera fue en 2018, cuando protagonizó una de las entrevistas mas vistas de la historia de la televisión de nuestro país. Casi 5 millones de personas se reunieron al rededor del aparato para ver a Isabel Pantoja. Una cifra que alcanzó los 7 millones de cuota en el momento más álgido de la conversación. Era la primera vez que hablaba en público tras su salida de prisión.Con un público entregado, Isabel Pantoja confesaba sentirse muy emocionada de estar de vuelta en televisión. "Han sido años muy duros. No ha sido fácil", reconocía, al tiempo que lanzaba la primera indirecta. "Para mi estar aquí sentada es lo que quería hacer, es un honor tan grande. Me siento como en casa", decía. Una frase que se ha interpretado como una pulla (la primera) a Telecinco. Más exactamente al cancelado 'Sálvame', con el que Pantoja tuvo una personal cruzada y viceversa a partir del formato 'Cantora, la herencia envenenada'.
"Con esta edad que tengo, a mí nadie me prohíbe nada"
Pero ahí no acababa la cosa. En otro momento de la entrevista, Isabel ha ido un paso más allá y, muy tajante, ha querido desdecir a quienes durante estos años le han cuestionado por no abandonar Cantora. "Normalmente estoy secuestrada. Me meten en un saco y cosas de esas. Yo soy de poco salir. Se desdoblarme: está la persona artista y la mujer que tiene su casa, que tiene que guisar, que tiene que ordenar sus armarios. Y esa bata de cola yo siempre la he dejado fuera", ha explicado con rotundidad en este, su segundo 'zasca' a Mediaset.Fue María Patino la primera que sembró la duda sobre un posible "secuestro". En 2022 llegó, incluso, a señalar al hermano de Isabel, Agustín Pantoja, como el culpable de mantenerla aislada del resto de familiares y amigos. "Yo estoy en mi casa porque quiero, no porque nadie me prohíba salir, ni me prohíba ir a ningún sitio. Con esta edad que tengo, a mí nadie me prohíbe nada", ha sentenciado, muy seria.
"Se tienen que arrepentir las personas que lo han hecho mal conmigo. Yo no le he hecho mal a nadie"
La Pantoja se ha mostrado muy contundente sobre esa supuesta soledad en la que está sumida. Sin que nadie le preguntara, se ha referido a las personas que "realmente la quieren, que son muchas ¿eh?", decía al tiempo que enfatizaba el adverbio "realmente", para que quedara claro que no está sola. Ni mucho menos. A continuación, ha hecho un repaso de ese círculo íntimo que ella considera prioritario en su vida: "Mis dos hermanos, Agustín y Juan, son lo más importante, los dos. Tengo una cuñada que es un cielo y unas amigas del alma", confesaba. Ni rastro en sus menciones especiales de su hijo Kiko Rivera, con quien la relación es inexistente, ni de su hija Isa Pi ni tampoco de su sobrina, Anabel Pantoja.Antes de subirse al escenario improvisado de 'El Hormiguero' para interpretar dos canciones y dar por terminada su reaparición en televisión, Isabel Pantoja ha soltado un último y sorprendente dardo envenado. "Yo no me arrepiento de nada. Se tienen que arrepentir las personas que lo han hecho mal conmigo. Yo no le he hecho mal a nadie", sentenciaba la artista. Pablo Motos ha tratado de encauzar la contestación, pero la tonadillera se ha refirmado en lo dicho. Zanjaba así cualquier cuestión sobre un posible arrepentimiento respecto a su implicación el caso Malaya o su sonada mala relación con su vástago.