Horas después de haber sido operada de un tumor ocular, Ivonne Reyes abandonaba la clínica Ruber de Madrid. La venezolana salía en el interior de un vehículo en compañía de su hermana, Claret, y su hijo, Alejandro Rojas, que quisieron estar junto a ella en todo momento. Muy amablemente, tuvo tiempo de parar y bajar la ventanilla del coche para atender unos breves instantes a la prensa.
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Con gafas de sol y un parche en su ojo izquierdo, se mostró un poco aturdida tras pasar por el quirófano. Confirmó que todo había ido según lo establecido: "Estoy bien", dijo. Agradeció las muestras de cariño recibidas y añadió que aún se encontraba un poco afectada por la sedación.
La actriz y modelo ingresaba por la mañana en la clínica por un tumor ocular y lo hacía arropada por su familia. “Me tienen que operar porque tengo un pequeño tumorcito en el ojo”, confirmaba a la prensa días antes en los juzgados.
Esta misma semana Ivonne ha tenido que acudir a los Juzgados de Alcobendas con motivo de la contienda que mantiene con Eva Zaldívar, exmujer de Pepe Navarro, y su hija. Ambas se reencontraban por la vista previa del juicio que tendrá lugar el próximo martes, 19 de febrero, por la defensa del honor del hijo de la presentadora.
En la denuncia interpuesta por Ivonne Reyes, esta alegó que los derechos de Alejandro Reyes, por entonces menor de edad, habían sido vulnerados a consecuencia de que se le había sustraído ADN sin su consentimiento.