María Jesús Montero es una de las figuras más relevantes del tablero político español por su cargo como vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda. La política ha regresado recientemente a su tierra natal, Sevilla, donde guarda los mejores recuerdos de su vida junto a su familia. 'Marisu', como se hace llamar en su entorno más íntimo, contrajo matrimonio en un colegio de Triana, es madre de dos hijas que son el motor de su vida y protagonizó una separación sentimental ejemplar. Te contamos todos los detalles del lado más íntimo de la vicepresidenta. 

Maria Jesús Montero

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La vicepresidenta del Gobierno nació en el histórico barrio de Triana y se crió en el seno de una familia dedicada a la educación. Por un lado, su padre, Manuel, era profesor de la sección masculina del antiguo colegio público José María Izquierdo. Allí él también coincidió laboralmente con su mujer, Conchita, a la que se homenajeó en el restaurante de Triana Blanca Paloma en 2012, con la presencia de la propia María Jesús. Sin embargo, ni ella ni su hermana Isabel decidieron seguir el mismo camino que sus padres, ya que ambas se interesaron por la medicina. Su hermana trabaja como facultativa en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla, y María Jesús Montero, durante su etapa universitaria, decidió decantarse por otro camino dejando atrás la medicina y centrándose en las ciencias políticas. 

María Jesús Montero militó durante su juventud en el Partido Comunista, al mismo tiempo que participaba en actividades de Acción Católica. Aunque se había criado en un entorno religioso, no fue hasta que conoció con 18 años al sacerdote Manuel Mafrollet, párroco de la Hermandad de la O, cuando decidió formar parte de la Juventud Obrera Cristiana (JOC). "Fue una elección personal. Su fe nadie se la impuso", explicó el clérigo en una entrevista para 'El Español'. 

De su participación en la vida parroquial y religiosa, María Jesús Montero dio el salto a la militancia política, dando sus primeros pasos en el Partido Comunista, donde conoció al que sería en un futuro su pareja sentimental y padre de sus dos hijas, Rafael Ibáñez Reche. Por aquel entonces, Rafael Ibáñez era un joven estudiante de Derecho, ateo y de su misma edad. Los inicios de su noviazgo no fueron nada fáciles debido a la ideología de cada uno y a la religión, que dividía cada vez más sus formas de pensar. Pese a ello, su relación se antepuso a las diferencias religiosas y decidieron contraer matrimonio para sellar su amor. 

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"Fue una boda por la Iglesia, pero no en una parroquia en sí. A muchos les chocó que alguien de Izquierda Unida aceptara un rito cristiano y así encontramos un punto intermedio, porque para ella era importante celebrar un matrimonio cristiano", explicó el propio Rafael Ibáñez en 'LOC'. Por lo tanto, la pareja de enamorados decidió que el lugar escogido para la ceremonia fuese un colegio concertado de Triana. Él también tuvo un bagaje político, ya que fue diputado de IU en el parlamento andaluz durante la II legislatura y luego fue partícipe del gabinete legal de CC.OO. hasta 2007. 

La pareja tuvo dos hijas a las que criaron en colegios públicos y laicos. Actualmente, ambas residen y estudian en Sevilla, por lo que la vida de María Jesús se reparte entre Madrid y la capital andaluza para disfrutar de la compañía de ellas y de sus padres. Sin embargo, en 2019 la pareja decidió poner tierra de por medio después de 30 años de matrimonio y dos hijas en común. María Jesús Montero y Rafael Ibáñez decidieron separarse de mutuo acuerdo comenzando al principio con un proceso de distanciamiento y después con un proceso de divorcio que terminó resultando ser ejemplar para otros matrimonios en su misma situación. "Separación sentimental afectiva", es como la definió el mismo Rafael Ibáñez en 'LOC'.

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La pareja se separó guardando una buena relación entre ambos, remando siempre a favor del divorcio mutuo acuerdo mientras se aseguraban del bienestar de sus hijas. A día de hoy, hace seis años que María Jesús Montero y Rafael Ibáñez pusieron fin a su relación sentimental, se desconoce si han llegado a firmar los papeles del divorcio y si han cumplido con el proceso legalmente. Lo que si se conoce es la buena relación que ambos siguen guardando. Desde su separación, Rafael Ibáñez se trasladó a Córdoba donde trabajó como gerente de la empresa municipal de vivienda de la ciudad. 

En el caso de María Jesús Montero, la política está más centrada que nunca en sus nuevas responsabilidades políticas en el ámbito nacional y provincial, ya que ha presentado su candidatura como secretaria general del PSOE para las elecciones autonómicas de Andalucía 2026. En cuanto a lo personal, sus hijas ya son mayores e independientes y no parece tener interés en restaurar su vida amorosa, por lo que está volcada en su trabajo. Su exmarido la definió como una persona "trabajadora" y con "vocación de servicio", así que a nadie sorprende que ahora haya decidido volver a su querida tierra natal, Sevilla, para liderar su partido político.