Ha sido un año muy diferente para Fernando Fernández Tapias. El próximo 2 de marzo se cumplió un año del día que tuvo que verse las caras con cinco de sus hijos en el Juzgado de Primera Instancia número 65 de Madrid, ya que estos lo habían demandado por incapacitación. Los hijos quisieron demostrar que su padre no tenía las capacidades pertinentes para llevar adelante todas sus empresas.
Pues bien, a punto de que se cumpla un año de la decisión del juez de dictar que Fernández Tapias estaba en perfectas facultades para desarrollar su trabajo, se conoce cómo es ahora la vida del empresario. Por supuesto, no tiene relación con los hijos que en su día lo demandaron. Tal y como cuentan a Paloma Barrientos, Fernández Tapias lleva una vida más tranquila y vive en su casa de Puerta del Hierro con sus hijos Iván y Alma.
La persona que no se separa de él es Nuria González, que está pendiente de su marido en todo momento. A pesar de que estuvo hace tres años regular de salud, ahora Fernández Tapias se encuentra perfectamente. Lleva una vida mucho más tranquila y la familia que todavía se lleva bien con él, está pendiente de su salud.
Su mujer, Nuria González, no se separa del empresario
Para Fernández Tapias recibir un golpe como ese en su vida ha ido difícil de superar. De hecho, tal y como aseguran al medio anteriormente citado, al empresario le sigue pareciendo muy duro que sus hijos lo mandaran a un juzgado para incapacitarlo. "Fue una vergüenza social que no está dispuesto a perdonar", comentan fuentes cercanas al empresario a 'Vanitatis'.
Un duro golpe que no puede superar
Fernando Fernández Tapias jamás imaginó la batalla judicial que iba a tener que lidiar. El empresario tuvo que acudir el 2 de marzo de 2021 al Juzgado de Primera Instancia nº 65 de Madrid para declarar por la demanda de incapacitación que le habían presentado cinco de sus 7 hijos. No estaban de acuerdo con la gestión que su padre estaba haciendo con la empresa familiar, por lo que le demandaron poniendo en duda sus capacidades mentales.
Dolido con la situación, acudió al juzgado junto a su esposa, uno de los hijos que tiene en común con ella y su abogada. Además, presentó a un testigo, en concreto a Florentino Pérez, quien declaró a su favor y aseguró que su amigo estaba en perfectas condiciones. Meses más tarde, la Justicia habló y derribó todos los argumentos que sostenían sus hijos. Esto provocó que la relación entre el empresario y sus hijos esté totalmente rota.