Es la aristócrata con más títulos del mundo (cuarenta y dos, de los cuales once tienen Grandeza de España) y a la vez es una gran desconocida, que prefiere vivir con la mayor discreción posible. Una discreción que la duquesa de Medinaceli rompe este fin de semana para  celebrar su gran boda con el joven franco argentino Maxime Coerneille, reuniendo a los grandes apellidos de la nobleza y la sociedad de nuestro país e internacional, y puede que a alguna representación de la Familia Real. El enlace se celebra en la Iglesia de San Miguel de Jerez, la misma donde se casó Eugenia Osborne y José Entrecanales, y el banquete posterior en una finca cercana, en lugar de en algunos de los suntuosos escenarios que pertenecen a la casa ducal Medinaceli, la más importante de nuestro país junto a la casa Alba.

A pesar de su juventud, Victoria de Hohenlohe-Langenburg​ tiene a sus espaldas una dura historia familiar. Los Medinaceli no tienen el mismo brillo mediático que los Alba, con la fallecida Cayetana a la cabeza, y ahora sus hijos y sus nietos protagonizando grandes eventos, pero comparten el mismo rango aristocrático y enfrentamientos en el seno de la familia, en este caso todavía más enconados, que han terminado en los tribunales.

La duquesa de Medinaceli
La duquesa de Medinaceli celebra su gran boda en Jerez con Maxime Corneille. Foto: Gtres

La duquesa de Medinaceli, una infancia marcada por el grave accidente de su padre y la separación de sus padres

La actual duquesa de Medinaceli, hija de Marco de Hohenlohe-Langenburg y Medina y de la alemana Sandra Schmidt-Polex, nació en Marbella el 17 de marzo de 1997, y recibió su nombre como homenaje a la reina Victoria Eugenia. Cuando tenía siete años sus padres se separaron y ella y su hermano pequeño, Alexander (el encargado de llevarla ahora al altar), se marcharon a vivir a Múnich junto a su madre.

Pero las desgracias de la familia comenzaron mucho antes. En 1996 su padre sufrió un gravísimo accidente mientras conducía su moto de Estepona a Marbella, tras cenar con Nina Junot (madre de Isabelle Junot, marquesa de Cubas) y su pareja de entonces Jorge Juste, en su día novio de Ana Obregón. Marco se empotró contra la mediana y a consecuencia del golpe pasó un tiempo en coma: "Aquello me llevó al borde de la muerte. Nunca volví a ser el mismo. No puedo hacer nada que implique usar las manos y los pies a la vez", reconocía años después en una entrevista en LOC. En ese momento el matrimonio estaba esperando a Victoria, y, aunque tres años después nació Alexander, las secuelas del accidente acabaron rompiendo la pareja en 2004.

La muerte de Marco de Hohenlohe, padre de la duquesa

Marco acarreó toda la vida grandes problemas de salud, pero en 2013 tras la muerte de su abuela, Victoria Eugenia Fernández de Córdoba, conocida familiarmente como Mimi (y también abuela de Rafael y Luis Medina, hijos de Naty Abascal) se convirtió en duque de Medinaceli (ya que su madre, Ana Medina, había fallecido de cáncer en 2012). Heredó el título pero nunca pudo ejercer sus funciones, porque quien lleva las riendas de la Fundación Casa Ducal de Medinaceli, que gestiona el ingente patrimonio económico y cultural de la familia, es su tío Ignacio, duque de Segorbe. Marco murió en 2016, a los 54 años, tras no poder superar la batalla contra una larga enfermedad que se unió a sus secuelas por el accidente, y su hija Victoria se convirtió entonces en duquesa de Medinaceli, con solo 19 años.

La duquesa de Medinaceli y su hermana Alexander en el funeral de su padre
La duquesa de Medinaceli y su hermano, Alexander, marqués de Navahermosa, muy afectados en el funeral de su padre, Marco de Hohenlohe, en 2016. Foto: Gtres

La duquesa de Medinaceli pasó años en Alemania, pero siempre estuvo muy unida a España

A pesar de marcharse a Alemania siendo una niña tras la separación de sus padres, Victoria nunca perdió el contacto y el amor por España, donde disfrutaba todos los veranos al lado de su padre, a quien estaba muy unida, y su familia paterna. Por eso, tras terminar el bachillerato, la joven regresó a nuestro país donde estudió Historia y Economía en el Instituto de Empresa de Madrid, una de las universidades más prestigiosas de España, y después, realizó un máster de Conflicto y Desarrollo en el Kings College de Londres. Al terminar regresó a Madrid, donde comenzó a trabajar y se instaló definitivamente.

Tras heredar el título, ella y su hermano, junto con otros primos Medina, entre los que se encuentran los hijos de Naty Abascal, iniciaron una batalla judicial contra su tío abuelo el duque de Segorbe, único hijo vivo de Mimi Medinaceli, por algunos de los títulos y por parte de la herencia. Una primera sentencia falló a favor de la duquesa y sus primos, pero su tío abuelo ha recurrido.

La guerra judicial de la duquesa de Medinaceli con su tío abuelo

Precisamente esta batalla judicial ha hecho que Victoria no pueda casarse en algunos de los escenarios más emblemáticos de la casa ducal. El primero, el palacio Casa de Pilatos, en el centro de Sevilla, el domicilio familiar y donde hace unos meses se casó Sol Medina, la hija mayor del duque de Segorbe, evidentemente sin la presencia de la duquesa de Medinaceli, pero a la que acudió Isabel Preysler. Tampoco lo ha podido hacer en el Hospital de Tavera, una joya renacentista situada en Toledo donde se dieron el 'sí, quiero' Rafael Medina, duque de Feria, y Laura Vecino, en 2010; ni en otra de sus propiedades más emblemáticas como el Pazo de Oca, en Pontevedra. Todas ellas gestionadas por la Fundación Casa Ducal de Medinaceli, que tiene al frente al duque de Segorbe.

A esto también se unen la magnífica colección de joyas de la familia, que tampoco están a su disposición. No podrá llevar la tiara de perlas y diamantes que tanto Sol Medina como Laura Vecino lucieron en sus respectivos looks nupciales, ni ninguna otra de las históricas joyas del ducado.