Todo está preparado para el inicio de la gira americana de Luis Miguel en Buenos Aires. Hasta ahí se ha desplazado 'El Sol de México' y Paloma Cuevas, que no quiere perderse el regreso de su chico a los escenarios. Durante su estancia, ambos se hospedan en uno de los mejores hoteles de la capital argentina, que cuesta la friolera de 11.000 euros la noche. Siempre muy discretos con su relación, ha llamado la atención todas las molestias que se están tomando para pasar desapercibidos. Especialmente las medidas que tomaron para despistar a la prensa a su llegada al aeropuerto de la ciudad porteña.
Luis Miguel y Paloma Cuevas, entre paraguas y cambios de vuelos
Este martes, Luis Miguel aterrizaba en un avión privado en el aeropuerto de Ezeiza con la que fuera mujer de Enrique Ponce y una de las hijas de esta. De su llegada, apenas han trascendido imágenes. La flamante pareja no escatimó en estratagemas y 'recursos creativos' para lograr que no trascendiera ningún detalle de su desembarco en tierras latinoamericanas.
En las pocas fotografías que captaron el momento, se puede ver al cantante descendiendo del avión y, en otra, saliendo del aeropuerto. Y hasta ahí se ha podido documentar el esperado momento. En cuanto a Paloma, si por ella fuera, como si nunca hubiera pisado Argentina. Optó por no descender del aeroplano junto a su pareja y salir del aeródromo por una ruta alternativa. Para rizar más el rizo, trató en todo momento de ocultarse debajo de un paraguas para "pasar desapercibida".
En medio del más absoluto secretismo
Pero eso no es todo. De acuerdo con medios latinoamericanos, el avión en el que viajaba El Sol y su novia tenía tres planes de vuelo distintos, también con el claro objetivo de no facilitar su trabajo a los medios de comunicación. La jugada no les salió nada bien: la televisión argentina retransmitió en directo la llegada del artista a sus fronteras.
Desde que se anunciara la gira del cantante mexicano, todos los conciertos han colgado el cartel de 'sold out'. Se han tenido que ampliar fechas en varias ciudades del continente por la gran acogida que está recibiendo su vuelta a los escenarios. Nadie quiere perderse el regreso de Luis Miguel. La última vez que se le pudo ver en directo fue en 2019. Han tenido que pasar cuatro años para que los fans de uno de los artistas más aclamados de Latinoamérica vuelva a los escenarios. Un momento importantísimo en su carrera profesional en el que Paloma no quiere dejarle solo.