Arturo Valls reaparece este lunes en 'El Hormiguero', un espacio en el que quizás dé detalles de la vida que comparte con su esposa, una mujer de la que se conocen contadísimos datos. El humorista apenas cuenta aspectos de su vida íntimas, salvo en contadas ocasiones. Fue hace algún tiempo cuando habló de Patricia María Santiveri, una mujer rubia con la que mantiene una relación desde hace más de diez años y con la que es padre de su hijo Martín. Su historia es digna de película, prueba de ello, cómo comenzó su relación y es que fruto de la casualidad todo empezó con un desencuentro con su hermana, la que hoy en día es su cuñada. Ella dependienta en una tienda y cuando él trataba de “guardar en su memoria su perfume”, se tropezó con ella. “Pero ¿dónde vas inútil? Mira por dónde vas, qué torpe eres”, le gritó la joven. Su reacción fue tan fuerte que para pedirle disculpas la acompañó a su vehículo, donde en ese momento le esperaba la que hoy en día es su mujer.  “La rancia de las naranjas es mi cuñada. Hola, cuñada, guapa. Un besito desde aquí te mando”, dijo en 'Ya caigo' entre carcajadas.
Sus caminos se cruzaron de manera inesperada, un giro del destino al que él está muy agradecido. Aunque Arturo está muy enamorado de ella por diferentes motivos, hay algo que multiplica su amor por ella: la admiración que siente por Patricia María. “Trabajar con gente a la que admiras es lo mejor y también nos pasa en la vida. Mi mujer, por ejemplo, la admiro”, ha dicho en alguna ocasión. Un requisito que él encuentra imprescindible: “Es que, si no, no podría ser mi pareja, la admiro mucho”. 
Con ella tiene a su mayor tesoro, su pequeño. Ambos están profundamente enamorados de Martín, un niño que es capaz de alegrar cualquier día por malo que sea. “¿Tú sabes lo bonito que es despertarte y escuchar ‘hola, papi’, y cuando vuelves a casa del trabajo que te dé un abrazo? Eso hace que se te pasen todos los males”, decía Arturo Valls sobre la paternidad. “Desde que nació dejé de pensar solo en mí mismo, y me dediqué y me dedico a pensar en él y para él”, ha añadido. Con él y su pareja trata de disfrutar al máximo de cada segundo del día, aunque por el trabajo no están tanto tiempo como les gustaría. "Mi hijo está hecho un viajero. En esos viajes compartimos las 24 horas del día y disfrutamos mucho. A veces me pregunto si él lo apreciará o se acordará de esos paisajes”, comentó en una entrevista.