Isabel Pantoja últimamente no gana para disgustos. Hace una semana era la traición de su amiga Begoña Gómez y el aplazamiento de su gira Americana los que provocaban todo un tsunami en su vida. Dos semanas antes, tenía que hacer frente al rechazo de su propio hijo, que se unía a la pésima relación que mantiene con él desde hace ya dos años. Pero es que, hace un mes, su hermano Bernardo Pantoja era el que hacía saltar todas las alarmas con su delicado estado de salud, por el que tuvo que ser intervenido de urgencia en Sevilla. Un panorama desolador al que se le une un nuevo disgusto. Una visita inesperada a una de sus propiedades que no le va a hacer ninguna gracia. Ni a la propia tonadillera ni a su sobrina Anabel.
Por todos es sabido la protección que ha tenido Anabel Pantoja con su padre y su delicado estado de salud en los últimos meses. Algo que provocó, incluso, que restringiese las visitas en el hospital, cuando el hermano de Isabel Pantoja permaneció ingresado. Nadie que no fuese Junco (la pareja de Bernardo) y dos amigos íntimos de la familia podían acceder al sevillano. Blindó totalmente la intimidad de su padre ante las visitas de su supuesto hijo ilegítimo, Pinocho, y su sobrina Magdalena, que intentó comercializar con unas fotos privadas de Bernardo. Ahora que la cosa se había relajado y y reinaba la paz, ha entrado en escena otro nombre que no hará ninguna gracia a la familia: Dulce Delapiedra.
La que fuese brazo armado de Isabel Pantoja, niñera de Kiko Rivera e Isa Pantoja y fan de Agustín, acudió el pasado jueves a la casa que el hermano de Isabel comparte con su pareja, Junco. Ambas pudieron disfrutar de un relajado paseo por el barrio de Triana, del que SEMANA pudo ser testigo y que nos confirma la propia Dulce. SEMANA ha podido hablar con ella de este inesperado encuentro, al que la exconcursante de Supervivientes le da absoluta normalidad: “Sí, he estado allí. A Bernardo no lo he llegado a ver pero sí he estado con Junco”, afirma bastante nerviosa. Cuando este medio repregunta y hace alusión a Anabel, Dulce alarga el silencio y finaliza la llamada. ¿Querría mantener en secreto esta visita al entorno Pantoja?
Todo parece indicar que sí, sobre todo si nos remontamos a los numerosos desencuentros que ha tenido con Anabel Pantoja en los últimos tiempos. Una cruenta guerra que comenzaba cuando la influencer hablaba de Isa Pantoja en un polígrafo, algo que desató la ira de Dulce. Anabel había tocado a ‘su niña’ y no se lo perdonaría nunca. Por su parte, la ‘Pantojita’ esgrime unos motivos muy distintos y apunta a un chantaje por parte de la niñera: “Has hecho llorar a mi madre, si te ha dejado de hablar es por algo. Estoy cansada de tu puñetero chantaje ¡Pesada, que eres muy pesada!”, decía Anabel la última vez que coincidieron en el plató de Sálvame. “¡No te quiere ni tu familia!”, respondía una Dulce que parece estar más cerca de la familia de Anabel que nunca.