Gabriela Guillén (32 años) y Bertín Osborne (69 años) llevan meses en el foco mediático. Eso ha llevado al presentador de televisión y cantante a tomar la decisión de mantenerse en un discreto segundo plano. De hecho, se encuentra en su finca de Sevilla, donde desde hace unos días se recupera de Covid. Su hija Alejandra Osborne declaraba hace unas horas que ha estado muy malo, tanto que incluso no podía acudir al funeral de su amigo, Arévalo, que fallecía de manera inesperada el pasado 3 de enero. La que no se ha escondido ha sido Gabriela, que incluso ha salido ya a dar su primer paseo con su bebé, que nació el pasado 31 de diciembre.
Ella ha asegurado que está viviendo una de las etapas más complicadas de su vida después de un parto difícil. De hecho, se muestra de lo más rotunda cuando le preguntan por Bertín Osborne, que ha asegurado en una publicación que no quiere asumir el papel de padre a sus 69 años: "Ni quiero ser padre ni quiero ejercer de padre", declaraba rotundo. Esto no sentaba nada bien a Gabriela: "Si queréis que os conteste, no me habléis de esta persona", decía. Pues bien, ahora se conoce un dato de lo que ha ocurrido en los últimos días.
Bertín Osborne ha hecho una llamada de Gabriela, pero esta ha preferido no contestar
Y es que el presentador de televisión se ha puesto en contacto con Gabriela Guillén una semana después de que diera a luz a su bebé, pero esta se ha negado a cogerle el teléfono porque está muy dolida: "Ahora de verdad que no quiere saber absolutamente nada de él. Allá él y su conciencia. Gabriela tiene clarísimo que él es el padre", ha declarado una fuente cercana a ella a 'Informalia'. Le han sentado tan mal las declaraciones que ha dado que decidía no cogerle el teléfono, evitando así hablar con él. De hecho, no necesita hacer ninguna prueba de paternidad.
Mientras tanto, Gabriela Guillén aún se está haciendo a su nueva etapa como madre primeriza. Por un lado está disgustada por no recibir nada por parte de Bertín, pero ahora tampoco quiere nada de él. Prefiere centrarse en el cuidado del bebé. "No me encuentro bien por todo lo que he pasado (…) Estoy fatal, ¿cómo voy a estar? De verdad, ya no puedo más, solamente quiero criar a mi hijo en paz, por Dios", estallaba hace unos días durante el primer paseo junto a su hijo. Lo cierto es que ha sido un inicio de año de lo más agridulce, ya que, si bien tenía que ser feliz por la llegada al mundo de su bebé, la polémica con el cantante lo ha empañado todo.
Gabriela aún se está haciendo a su nueva etapa como madre primeriza
La entrevista que ofreció Bertín hace unos días ha sido el peor regalo que podía recibir Gabriela Guillén en estos momentos. "He decidido que no voy a ser padre, no quiero ejercer de padre. Si se confirma que es mío, ayudaré", decía con contundencia. No negará la manutención económica si las pruebas de paternidad revelan que hay vínculo genético entre él y el bebé, unas pruebas que se hará también por el resto de sus hijos, tal y como ha asegurado en su última reaparición. Sin embargo, ahora Gabriela podría haber dado un paso atrás respecto a este tema.
"Yo tengo una responsabilidad. Tengo mucha familia. Tengo hijos, nietos... Sería una irresponsabilidad no hacérmelas", apuntaba Bertín Osborne. Unos análisis de ADN que Gabriela realizará siempre y cuando se lleven a cabo en el Instituto Toxicológico para que sea "seguro e imparcial" y para contar con el 100% de las garantías. Aún así, dedicaba unas bonitas palabras a Gabriela, con la que mantuvo una relación: "Gabriela es una chavala estupenda, es buenísima gente. Muy atractiva, muy trabajadora. Muy decente. Yo no puedo hablar más que bien de ella", declaraba. El hecho de que ambos estén en el foco mediático está haciendo que Gabriela esté sobrepasada, sobre todo porque acaba de convertirse en madre por primera vez y aún se está haciendo con la nueva etapa que le ha tocado vivir. ¿Cuál será el siguiente paso en toda esta historia?