Beatriz Trapote se ha vuelto a sentar en el plató de ‘Pesadilla en el paraíso’, aunque esta vez no ha querido desvelar ningún secreto del reality o dejar al descubierto la estrategia que sigue su marido, Víctor Janeiro. La periodista se proponía defender a su esposo una semana más, a las puertas de la gran final del reality más rural. Sin embargo, la sorpresa se la ha llevado cuando al inicio del debate, en la franja exclusiva que se emite en MiTele Plus, le han puesto un vídeo de su marido haciendo una emotiva confesión sobre su familia, lo que ha emocionado muchísimo a Beatriz Trapote, que no ha podido controlar las lágrimas.
Víctor Janeiro ha sabido mantenerse en un discreto segundo plano durante el concurso, lo que le ha valido muchas críticas al ser señalado por muchos como un mueble. Sin embargo, parece que se ha guardado las grandes píldoras sobre su vida personal para la recta final de la convivencia, para así hacer ruido cuando no tiene contra quien competir. Sea como fuere, se ha sincerado con su compañero Manuel González al hablar sobre sus sentimientos, especialmente por lo que siente al permanecer alejado de su familia, con una especial añoranza a sus hijos: “Tengo unas ganas ya, sobre todo cuando tienes a gente esperándote fuera. Niños pequeños, son muy chicos”, asegura Víctor Janeiro.El torero muestra su lado más sensible al mostrar su mayor preocupación como padre, unos sentimientos que al verlos en plató Beatriz Trapote, han provocado su llanto de emoción. Al saberse fuera de casa durante tantos meses, Víctor Janeiro no ha podido reprimir algunos pensamientos intrusivos que le han mantenido muy preocupado: “Muchas veces me ponía pensar que se han podido poner malos o ir a urgencias. Pero llevamos tanto tiempo aquí que he tenido que aparcarlos de mi mente para poder aguantar aquí, si no me voy a tener que ir. Lo estoy sobrellevando, me hace mucha falta, lo voy encajando”, decía con tristeza el hermano de Jesulín de Ubrique al recordar a sus hijos.
Víctor Janeiro también ha querido recordar una tierna anécdota de cómo sus hijos, de 6, 4 y un año, cuentan los días para su regreso a casa cuando finalice ‘Pesadilla en el paraíso’: “Se han hecho dos calendarios en la pared de mi casa y uno pone: un día menos que le queda a papá y el otro un día más que lleva papá”. Y es que, tal y como reconoce la propia Beatriz Trapote con lágrimas de emoción inundándole los ojos, sus hijos están deseando abrazar a su padre: “Hay una doble ración con niños pequeños y la situación que ellos viven en casa, le echan mucho de menos”.Para La periodista la separación también está siendo dura y es que desde el mes de septiembre ha tenido que encargarse ella sola del cuidado de sus hijos, de su casa y de los negocios que mantiene con su marido. Por fortuna, quizá merezca la pena tanto esfuerzo y es que el torero está a las puertas de la final de ‘Pesadilla en el paraíso’ y bien podría llevarse el jugoso cheque del premio a casa. A su favor cuenta con el beneplácito de sus compañeros, con los que no ha tenido apenas problemas de convivencia, además de ser el más diestro con las tareas que conlleva el cuidado de los animales de la granja. ¿En su contra? Quizá el hecho de que no ha sabido despertar interés en el público al estar durante semanas sin hacer ruido.