Pepe El Marismeño ha sufrido un cambio radical en los últimos años. Aunque sus apariciones públicas se redujeron considerablemente tras romper con Carmina Ordoñez, lo cierto es que cada vez que posa ante las cámaras lo hace con una gran sonrisa. Un gesto que, además, acompaña de un canto a la vida con el que recuerda lo importante que es saber dar un giro de timón. Él lo hizo hace más de dos décadas al abrir un centro de desintoxicación en Sevilla tras salir del mundo de las drogas, el cual se llama Instituto Galeno y ha ayudado a muchísimas personas a cambiar de vida. Desde entonces no ha hecho otra cosa que ayudar y convertirse en un espejo para muchos. Una actitud que le ha hecho tener grandísimos amigos dentro y fuera del mundo del espectáculo. Recientemente reapareció en el cumpleaños de El Turronero en Sevilla, donde de nuevo hizo gala de su derroche de simpatía.

Pepe El Marismeño ha sufrido una grandísima metamorfosis
Pepe El Marismeño en el cumpleaños de El Turronero en Sevilla (Foto: Gtres)

Precisamente cuando abandonó el mundo oscuro de las drogas sufrió un importante cambio físico. Una metamorfosis que algunos impacta y que en su caso llegó cuando apostó por la salud. Si bien en el pasado no quería hablar sobre la pesadilla que supuso para él la droga, de un tiempo a esta parte utiliza su experiencia para ayudar a todos aquellos que lo requieran. "Comencé a destrozar mi vida a los 14 años. Probé el alcohol y ahí cambió todo", dijo a LOC. Artista flamenco que cuenta con muchos premios por su gran talento en los escenarios, acaparó todas las miradas cuando comenzó su relación con Carmina Ordoñez, un romance que se convirtió en tóxico y que, según él, comenzó porque a los dos "les gustaba mucho la fiesta". Fue su fallecimiento en el año 2004 el que le marcó enormemente y le empujó a abrir solo dos años después un centro de desintoxicación.Años después de aquello vive volcado en ayudar a drogodependientes, un giro de 180 grados que en su día también le cambió la vida a él. "Aquella decisión fue tan positiva, el cambio, tan brutal, que le dio un vuelco tremendo a mi vida. Yo pude salir de aquel infierno y hoy lucho para ayudar a que otros muchos también lo consigan. Si se quiere, se puede. Es una labor muy gratificante", explicó Pepe El Marismeño. Y es que él supo resurgir como el ave fénix, a pesar de que su lucha fue especialmente dura.

Pepe El Marismeño
Gtres

No es su única fuente de ingresos. El onubense también ha probado suerte en el mundo de la hostelería, abriendo restaurantes y un chiringuito, lo que deja ver que jamás se ha rendido. Tiene claro su objetivo y suele dejar una gran impronta allá donde va.