Las confesiones de Kiko Rivera han traído al presente los fantasmas del pasado que más daño le han causado tanto a él, como a sus seres queridos. El hijo de Isabel Pantoja se sentó en un plató este fin de semana para hablar abiertamente sobre el mal momento personal por el que está atravesando, al ver cómo el trabajo no le acompaña por culpa de la pandemia, cómo sus relaciones personales se resienten y, de paso, hacer frente a los rumores de que ha sido desleal a su mujer, Irene Rosales. Al final, el Dj ha dado un paso al frente y ha confirmado que, efectivamente, no ha respetado a su esposa como debería, algo que la propia Irene dice saber, aunque promete que no sería capaz de perdonar una enésima infidelidad por su parte.
Ahora, la estrategia de Irene Rosales es bien distinta. La mujer de Kiko Rivera no tuvo reparos en sentarse en el plató en el que colabora, ‘Viva la vida’, para hacer frente a esta nueva polémica. Habló sin miedos hasta donde había establecido un límite y no lo quiso traspasar. No se siente cómoda al hablar de las deslealtades de su marido en público, aunque haya sido él quien lo haya puesto sobre la mesa. Es por ello que ahora, Irene Rosales se ha puesto la coraza para evitar ser objetivo de todas las críticas y esperar a que el tiempo disipe la polémica sin causar demasiados estragos en su vida familiar. Así de claro lo deja ella misma en conversación con los reporteros de ‘Europa Press’, subrayando la firme decisión que ha tomado respecto a esta historia.
Kiko Rivera no solo ha puesto en aprietos a su mujer, Irene Rosales, con sus duras confesiones. También ha conseguido que su madre, Isabel Pantoja, se plante ante él para decirle delante de toda España que no lo está haciendo bien, que no puede quejarse de lo mal que lo está pasando en plena pandemia y crisis económica nacional e internacional. Algo que terminó en un cruce de píldoras virales que, ahora, han desencadenado una guerra entre madre e hijo que promete traer cola.
Una polémica en la que Chabelita ha preferido permanecer en un segundo plano, aconsejándole a su madre y su hermano, por experiencia propia, que estas diferencias mejor hay que tratarlas en privado alejadas de un plató. Algo que, por fortuna, parece que no están respetando, así podemos seguir disfrutando viendo lo que sucede dentro del clan Pantoja, aunque sus protagonistas no lo estén pasando su mejor momento.